El Norwegian Sun se encontraba navegando con destino al glaciar Hubbard, en Alaska, cuando impactó contra un iceberg, el barco debió regresar al puerto de origen para ser reparado.

El crucero, con capacidad para casi 3000 personas entre pasajeros y tripulación, sufrió daños en su proa de estribor, según un comunicado de la Guardia Costera. Un vocero de Norwegian Cruise Line agregó que la nave estaba “envuelta por una densa niebla, lo que limitaba la visibilidad y provocó que hiciera contacto con un iceberg pequeño conocidos como “gruñidores” o “pedazos de bergy”.”.

Esta nave, de 258 metros de eslora y un calado de más de 8 metros, entró en servicio hace más de 20 años.

Un miembro del equipo de la Guardia Costera y buzos evaluaron los daños en el lado delantero derecho y determinaron que el barco necesitaba ser reparado. De igual forma, dijeron que se encontraba en condiciones de navegar para regresar a Seattle, su puerto de origen. En el mismo comunicado compartieron que no hubo ningún herido a raíz del episodio.

La Administración Nacional Oceánica y Atmosférica planteó que un iceberg debe tener más de 16 pies sobre el nivel del mar y entre 98 y 164 pies de espesor. En cambio, las piezas más pequeñas de hielo flotante se consideran “gruñidores” o “pedazos de bergy”.

Luego de la colisión, la embarcación navegó hasta Juneau, la capital de Alaska, para ser evaluado con mayor detalle. Esta decisión se tomó para acortar el viaje en curso y cancelar el cronograma del crucero que estaba previsto que comenzara el 30 de junio.

Finalmente, el barco volvió a Seattle, a una velocidad reducida, donde los pasajeros descendieron.