Su construcción fue ordenada en 1904 por una ley bonaerense. Actualmente es navegado por embarcaciones de menor porte y se propone llevarlo a una profundidad de 36 pies.

Por Juan Marcelo Gavaldá (*)

Quien viaje a la Provincia de Entre Ríos y transite por el Complejo Ferrovial Zárate-Brazo Largo podrá observar que, a la izquierda del tramo de la Ruta Nacional Nro. 12 ubicado en la Isla Talavera entre los puentes Mitre y Urquiza, y tras la arboleda, aparece un curso de agua.

Se trata del Canal Martin Irigoyen, que une el Paraná de las Palmas con el Paraná Guazú y que, en buena parte de su extensión, corre paralelo a la Ruta Nacional Nro. 12.

Su construcción fue ordenada en 1904 mediante la sanción de la Ley Provincial Nro. 2.889 que autorizó al ejecutivo provincial a invertir en la ejecución de un canal de navegación en la sección tercera de las Islas del Paraná para comunicar el Paraná Guazú con el de las Palmas.

En agosto de 1911 la Legislatura provincial sancionó la Ley Nro. 3.365 aprobando el contrato suscripto ad referéndum entre el Gobernador y la empresa Goedhart Hermanos para la construcción de una red de canales en las islas del Delta del Paraná, cuyo volumen de excavación sería de 10 millones de metros cúbicos, repartidos en varios canales, entre los cuales se mencionaba al que conectaría el Río Paraná de las Palmas con el Río Paraná Guazú.

A tal fin se facultó al gobierno bonaerense para expropiar la superficie de tierra necesaria para la ejecución de los canales y sus anexos, en los casos en que los propietarios no estuviesen obligados a cederlos gratuitamente.

Para financiar las obras se fijó el pago de una “contribución especial de canalización y drenaje” que recaería sobre los propietarios de los predios a beneficiarse por las obras. 

De esta forma, el costo de la apertura del canal y sus anexos sería cubierto en un 40% por los recursos provenientes de las contribuciones especiales, mientras que el 60% se cubriría con recursos del erario público provincial.

En las cláusulas del contrato suscripto con la firma Goedhart Hermanos en junio de 1911 abundan previsiones de todo tipo referidas a especificaciones técnicas y precisiones de los trabajos a realizar, incumplimientos, casos de fuerza mayor, costos, un depósito de garantía que la empresa debería efectuar en el Banco de la Provincia, rescisión del contrato y arbitraje en caso de conflictos entre las partes.

La inclusión de tamañas previsiones en el contrato de construcción puede considerarse como una consecuencia directa de la mala experiencia verificada durante la malograda construcción del Canal del Norte. 

A diferencia de lo sucedido con otros proyectos, el Canal Martin Irigoyen fue inaugurado y cuenta con una extensión total de casi 16 kilómetros de largo que une a los polos productivos de Zárate y Campana (situados sobre el Paraná de las Palmas) con la entonces vía principal de navegación, el Río Paraná Guazú, de aguas más profundas.

En el presente, solo es navegado por buques de menor porte y por embarcaciones deportivas.

Sería sumamente beneficioso llevar el Canal Martin Irigoyen a una profundidad de 36 pies para poder darle salida a la producción por el Talavera y el Paraná Guazú.

Ésta es, una de las tres vías que, junto con el Canal Buenos Aires y el Canal Magdalena forman parte de la trilogía  propuesta por Agustín Barletti para la salida de nuestra producción hacia el mundo.

Para más datos se puede obtener gratuitamente el libro “Canal Martin Irigoyen: Hacía una nueva vía navegable” escribiendo al email: infoglobalports.com.ar 

También se puede bajar sin cargo la versión digital de la obra que contempla todos los estudios realizados.

(*) Abogado, doctor en Derecho y profesor en Ciencias Jurídicas. Docente universitario. Miembro adherente del Instituto Nacional Browniano.

Fuente: Transport & Cargo