La segunda etapa del Programa de Incremento Exportador permitió que el Banco Central aumentara sus reservas en US$ 457 millones y que se dinamizara el volumen de negocios en las plazas bursátiles y los puertos por el aumento del precio.

La primera semana de vigencia de la nueva edición del Programa de Incremento Exportador (PIE) concluyó con la comercialización de más de 1,7 millones de toneladas de soja, y la compra de divisas del Banco Central (BCRA) por US$ 457 millones en su propósito por engrosar las reservas.

De esta manera, concluyeron los primeros cinco días de la segunda puesta en marcha del denominado “dólar soja”, que establece un tipo de cambio diferencial de $230 por dólar para el complejo sojero hasta el 31 de diciembre, en la cual hasta el viernes último a las 19 se había registrado la venta de 1.724.056 toneladas.

Es por eso que el precio de la tonelada de soja se movió durante la semana en un rango que fue de los $ 82.000 a $ 85.000 la tonelada en el mercado local, lo que dinamizó el volumen de negocios en las plazas bursátiles y los puertos.

En esta oportunidad, el volumen vendido por los productores se ubicó de forma marcada por encima de la comercialización diaria de las semanas previas a la vigencia del PIE, cuyo promedio oscilaba entre las 60.000 y 70.000 toneladas, pero por debajo de los resultados obtenidos en la primera semana del “dólar soja” de septiembre.

De hecho, la Bolsa de Comercio de Rosario (BCR) realizó una comparación entre los primeros cuatro días de ambos períodos, en los cuales durante el programa de septiembre la comercialización alcanzó las 3,16 millones de toneladas, mientras que entre los últimos tres días de noviembre y el primero de diciembre el volumen fue de 1,57 millones de toneladas.

No obstante, esta merma era esperable, ya que durante la edición de septiembre, que estableció un tipo de cambio de $200 por dólar, el volumen de soja en manos de los productores superaba las 20 millones de toneladas y en la actualidad la retención se ubica en torno de los 11 millones de toneladas.

Además, el plan también es menos ambicioso en cuanto a lo que espera el Gobierno que el sector exportador liquide, ya que en esta oportunidad el acuerdo con la Cámara de la Industria Aceitera y del Centro de Exportadores de Cereales (Ciara-CEC) se ubicó en los US$ 3.000 millones, mientras que el anterior era de US$ 5.000 millones.

Lo cierto es que de esos US$ 3.000 millones pactados como mínimo entre el Ministerio de Economía y la cámara empresaria, el sector ya ingresó US$ 956 millones, según afirmó el analista de PR Corredores de Cambio, Gustavo Quintana.

De ese total, el BCRA se hizo con US$ 457 millones, con compras diarias que fueron variando durante la semana: el lunes la autoridad monetaria compró US$ 192 millones, el martes adquirió US$ 122 millones, el miércoles captó US$ 24 millones, el jueves de US$ 6 millones y el viernes US$ 113 millones.

El nuevo PIE se da en un contexto donde, si bien la liquidación de divisas por parte del sector exportador de granos y derivados alcanzó en el acumulado anual un récord histórico de US$ 36.713,5 millones, durante octubre y noviembre, meses que prosiguieron a la primera edición del “dólar soja” fueron escasos en cuanto al ingreso de dólares.

De hecho, durante el mes pasado, Ciara-CEC informó que las empresas del sector liquidaron US$ 1.697 millones, 17% menos que el mismo mes del año anterior pero un 14% superior a octubre último, cuando ingresaron US$ 1.217,3 millones.

En la edición de diciembre de 2021 la comercialización de soja alcanzó las 14 millones de toneladas y la liquidación de divisas los US$ 8.125 millones, una suma histórica sin precedentes en la historia del sector y que ayudó a consolidar el acumulado récord entre enero y noviembre de este año.

Sin embargo, y más allá de que la participación de los productores fue masiva en el PIE de septiembre y que hoy también se mantiene en un buen número, el programa cuenta con críticas de las entidades rurales, que ven a la medida como un “parche” y no una solución de fondo, pero además, encendió las alarmas en las cadenas pecuarias ante el riesgo de que se produzca una encarecimiento en los suministros para las actividades, sobre todo, en los alimentos para los animales a base de soja.

Debido a esto, el secretario de Agricultura, Ganadería y Pesca, Juan José Bahillo, sostuvo que “con el Programa de Incremento Exportador 2 asumimos el compromiso de proteger a quienes dependen de subproductos de la soja”.

Por eso, la medida tomada “contempla proteger y compensar a los productores de las cadenas alimenticias que utilicen insumos derivados de la soja, a través de una compensación a los exclusores y alimentos balanceados para garantizar el normal abastecimiento a valores previos al 28 de noviembre”.

En ese sentido, Bahillo explicó que “si bien la propuesta fue bien recibida, continuamos trabajando para perfeccionarla ante algunos requerimientos y cambios solicitados”, para lo que instruyó la conformación de una mesa integrada por las cadenas de la soja y funcionarios de la Subsecretaría de Agricultura para tomar medidas tendientes a evitar faltantes o subas de precios injustificadas de los subproductos de la oleaginosa.

Fuente: BCR