Sin ingresos, el futuro de la subsidiaria local es incierto. Sus filiales en Chile, Perú, Colombia, Ecuador y los Estados Unidos iniciaron un proceso voluntario de reorganización y reestructuración de su deuda bajo la protección del Capítulo 11 de la Ley de Quiebras estadounidense. Los socios de la empresa inyectarán USD900 millones.

El grupo aéreo Latam es uno de los más golpeados por la pandemia. Hace unos días, había anunciado el despido de 1.400 trabajadores y la apertura de retiros voluntarios y, en estas horas, ha tomado una decisión aún más drástica.

Sus filiales en Chile, Perú, Colombia, Ecuador y los Estados Unidos iniciaron un proceso voluntario de reorganización y reestructuración de su deuda bajo la protección del Capítulo 11 de los Estados Unidos con el apoyo de las familias Cueto y Amaro, y Qatar Airways, dos de los mayores accionistas del grupo. Las subsidiarias de Latam en Argentina, Brasil y Paraguay no están incluidas en la solicitud.
La razón por la cual la filial local no es parte del proceso que se llevará adelante en un juzgado comercial de la ciudad de Nueva York, en un período de entre 12 y 18 meses, es simple. Para estar dentro de este trámite, Argentina tendría que tener un acuerdo bilateral con Estados Unidos, algo que no posee.
La decisión del grupo de encarar esta reorganización en el marco de la justicia estadounidense tiene que ver, justamente, con la estrecha relación que históricamente tuvieron los gobiernos de Chile y Estados Unidos.
Lo cierto es que el futuro cercano de la filial argentina, que por la prohibición oficial de vender pasajes no tendrá ingresos hasta el 1° de septiembre, dependerá exclusivamente de los accionistas del grupo en base a los resultados de la negociaciones que están teniendo tanto con el Gobierno de Alberto Fernández como con los gremios aeronáuticos.
En paralelo, el holding avanzará con el reperfilamiento. “A la luz del impacto sin precedentes que ha generado el Covid-19 en la industria mundial de aviación, este proceso de reorganización le proporciona a Latam una oportunidad para trabajar con los acreedores del grupo, y otras partes interesadas, para reducir su deuda y obtener nuevas fuentes de financiamiento, dándole las herramientas para transformar al grupo acorde a esta nueva realidad”, indicó un comunicado del holding.

El proceso de reorganización financiera del Capítulo 11 es un marco legal bajo el cual Latam y sus filiales podrán redimensionar sus operaciones y adecuarlas al nuevo entorno de demanda y reorganizar sus balances financieros, permitiéndoles resurgir como negocios más ágiles, resilientes y sostenibles. Latam y sus filiales continuarán volando a lo largo del proceso, explicaron en el grupo.

“Latam entró a la crisis del Covid-19 como un grupo de aerolíneas saludable y rentable, sin embargo, circunstancias excepcionales han generado un colapso de la demanda y no sólo han detenido a la aviación global y sus ingresos, sino que han cambiado a la industria hacia el futuro,” dijo Roberto Alvo, CEO de Latam. “Hemos implementado una serie de medidas difíciles para mitigar el impacto de esta disrupción sin precedentes a nivel de toda la industria. Pero, al final de cuentas, este camino representa la mejor opción para sentar las bases correctas para el futuro de nuestro grupo de aerolíneas. Tenemos la mirada puesta en un futuro post-Covid-19 y estamos enfocados en transformar al grupo para adaptarlo a una nueva forma de volar, donde la salud y la seguridad de nuestros pasajeros y colaboradores son los objetivos primordiales.”, agregó el ejecutivo.

El grupo ha asegurado el apoyo financiero de sus accionistas, incluidos las familias Cueto y Amaro, que tienen una relación de larga data con el grupo y Qatar Airways, quienes inyectarán USD900 millones en financiamiento adicional bajo una estructura de deudor en posesión (DIP, Debtor in Possession). “Estos socios cuentan con un profundo entendimiento de la industria, el grupo y sus desafíos operativos. Su apoyo demuestra su confianza en Latam, sus filiales y su sostenibilidad a largo plazo. En la medida en que la ley lo permita, el grupo está listo para dar la bienvenida a accionistas interesados en participar en este proceso para suministrar financiamiento adicional. Además, en el momento de la petición, el grupo tenía aproximadamente USD1.300 millones disponibles”, indicó la compañía.
Latam y sus filiales también están sosteniendo conversaciones con los gobiernos respectivos de Chile, Brasil, Colombia y Perú para buscar apoyo para acceder a financiamiento adicional, proteger empleos, en la medida que sea posible y minimizar la disrupción de sus operaciones.
En 2019, el grupo lanzó 26 rutas nuevas y transportó un récord de 74 millones de pasajeros, 5,4 millones más que en 2018. Fuente: BAE, Por Gustavo Grimaldi