Crece la oferta académica. Las prácticas profesionales cobran especial relevancia para preparar profesionales que puedan salir al mundo laboral.

El corazón de la industria naval palpita con la labor de los ingenieros. Esto quedó claro durante el Encuentro Internacional de Industria Naval, Einaval 2022.

“Este escenario nos da un empujón para cumplir con nuestra finalidad académica, hacernos la pregunta sobre qué es lo que puede dar la ingeniería a nivel de salida laboral, cuál es el rol del ingeniero naval, cuáles son los desafíos”.

De este modo arrancó el panel “La ingeniería argentina y el desarrollo productivo”, con las palabras de su moderador, Jorge Pérez Prieto, de la Asociación Argentina de Ingeniería Naval (AAIN).

Sergio Rodríguez Zubieta, director Ingeniería Naval de la Facultad de Ingeniería de la Universidad de Buenos Aires (FIUBA); Norberto Fiorentino, director Ingeniería Naval del Departamento Ambiente y Movilidad del Instituto Tecnológico de Buenos Aires  (ITBA); y Alejandro Vaccari, director de la Carrera de Ingeniería Naval de la Universidad Tecnológica Nacional (UTN) Regional Mar del Plata debatieron acerca de estos temas, donde la longitud de la carrera y la necesidad de atraer a las nuevas generaciones fueron temas centrales.

El perfil del ingeniero naval es el de alguien que sabe hacer una gran cantidad de cosas porque debe aprender a construir una ciudad que flota, pero hoy tenemos el problema de que la carrera se vuelve muy larga y tediosa”, explicó Rodríguez Zubieta.

El experto reconoció el esfuerzo que está haciendo la FIUBA para volverse más versátil, entre lo que destacó la aparición de las aulas híbridas, del campus virtual, los nuevos métodos de matriculación y el foco puesto en las prácticas de investigación y laboratorios. 

“El plan 2020 en el que estamos trabajando está pensado a partir de focalizaciones: en la hidrodinámica, estructuras, máquinas marinas, organización de la producción naval, de manera que el ingeniero naval pueda especializarse como lo hacen los ingenieros civiles”, comentó.

“El desafío está en cómo lograr el perfil flexible que hoy pide el mercado y la industria“, explicó Fiorentino. 

Para el director de Ingeniería Naval de ITBA, los egresados deben tener la capacidad de integrarse en la sociedad, de innovar, de colaborar y trabajar en equipo, de tener capacidad de liderazgo. 

Para ello, las prácticas profesionales cobran especial relevancia para preparar profesionales que puedan salir al mundo laboral. 

“Hoy queremos difundir nuestra carrera, aumentar la cantidad de convenios marco, y sumar virtualidad para poder llegar a más lugares“, planteó como desafíos a futuro.

Vaccari se expresó acerca de la intención que tiene la UTN de lograr una oferta académica  pensada para la comunidad en la que se inserta, teniendo en cuenta que se trata de una universidad federal distribuida a lo largo y ancho del país en 30 regionales.

“Actualmente se están cambiando los planes de estudio para acortar los plazos en las ingenierías, ya que están perdiendo terreno debido a la longitud de las carreras. Se vuelve un desafío lograr formar un profesional apto para esas tareas en un plazo más corto, pero necesitamos que las empresas confíen en que lo vamos a lograr”, manifestó. 

El directivo hizo énfasis en los logros y resultados que se observan de los egresados en la ciudad de Mar del Palta, destacando la fuerte profesionalización de la industria naval en el último tiempo. “Hoy, gracias al ingreso de graduados y alumnos de la carrera de ingeniería naval en los astilleros y talleres, estamos promoviendo la profesionalización de la industria, en las últimas botaduras fue un orgullo escuchar que se trató de buques hechos con mano de obra e ingeniería argentina, es realmente un logro para nosotros”, finalizó.

Fuente: Transport & Cargo