El gobierno del Paraguay esbozó la posibilidad de que el Cuerpo de Ingenieros del Ejército de los Estados Unidos realice obras en la vía navegable en violación al acuerdo bilateral suscripto con Argentina en 1969. El senado guaraní ya rechazó una propuesta similar en 2018.

Por Agustín Barletti

El diputado provincial del Chaco, Hugo Sager, presentó un proyecto en la legislatura para manifestar su preocupación por “la introducción de inversión financiera de Estados Unidos en la Hidrovía Paraná-Paraguay y la presencia militar norteamericana en el tramo paraguayo”. A juicio del legislador, esto “amenaza directamente a los intereses económicos de nuestro país por la implicancia del control del territorio y de los capitales que la elaboración de un Plan Maestro para la Navegabilidad del Río Paraguay pueda significar para la región”.

Sager destacó que “el Plan Argentina Productiva 2030 aspira a duplicar las exportaciones, desde los actuales 87.000 millones a 174.000 millones de toneladas, y el Chaco es un interesado directo en esta agenda porque forma parte de las provincias de la hidrovía, que concentran el 80% de las exportaciones nacionales”. En este escenario, manifestó que “no podemos ser indiferentes ante la posible militarización y los cambios en las reglas de juego por parte de Paraguay, uno de los socios de la hidrovía. Estamos invitando a una superpotencia a establecer enclaves militares permanentes en la región, y ya hemos visto que la disputa de EEUU con China no sólo impacta en el precio de los commodities y la energía o el suministro de semiconductores, sino que desencadena invasiones y guerras”.

El gobierno del Paraguay trabaja hoy con el embajador de Estados Unidos en ese país Marc Ostfield para la llegada de inversiones en infraestructuras por parte de capitales norteamericanos que ya dejaron entender la necesidad de custodiar sus intereses mediante el Ejército habida cuenta del foco que tiene Washington en la Triple Frontera y la hidrovía.

Un camino sería la participación del Cuerpo de Ingenieros del Ejército de los Estados Unidos (USACE por sus siglas en inglés) en trabajos de dragado.

En este escenario, empresarios locales y estadounidenses, impulsados por el embajador Ostfield, vienen realizando reuniones con legisladores paraguayos con la idea de incidir en el debate en el Congreso, que es quien destina fondos y presupuestos para obras y gestión de proyectos.

Los antecedentes no son favorables con esta propuesta. En 2018, el entonces presidente Horacio Cartes chocó contra la férrea oposición del Senado que rechazó un memorándum de entendimiento adicional entre los gobiernos de Estados Unidos y Paraguay para realizar un trabajo técnico en la vía navegable. Dicho acuerdo, contemplaba una inversión de u$s 16,5 millones que debía desembolsar el Ministerio de Obras Públicas guaraní en favor del USACE.

En su momento, los senadores destacaron que ya existía un acuerdo bilateral para la regulación, canalización, dragado y mantenimiento del río Paraguay, suscripto por Argentina y Paraguay en 1969. Como consecuencia, durante su tratamiento en el recinto, y pese a contar con dictámenes favorables de parte de las comisiones asesoras, los legisladores resolvieron mandaron el proyecto al archivo.

Fuente: Transport & Cargo, El Cronista