Según un reciente informe, el desarrollo de los recursos energéticos de la Argentina hasta 2050 permitirá la creación de 297.000 nuevos empleos y la generación de u$s68.000 millones de actividad económica adicional a las inversiones en energía.

El CIPPEC, (Centro de Implementación de Políticas Públicas para la Equidad y el Crecimiento), reveló que la actual capacidad del sector y la producción de excedente para la exportación generaría unos 139.000 puestos laborales en la industria y otros 158.000 en la construcción.

Solo para la próxima década, la incorporación de 19.000 megawatts adicionales a la matriz energética argentina implicaría la generación de 71.000 puestos de trabajo y u$s8.400 millones a la actividad económica. Para 2050 los expertos del Centro pronosticaron llegar a 75.000 megawatts.

Estas proyecciones se basan en las posibilidades de crecimiento de la explotación de hidrocarburos no convencionales y de las energías renovables -eólica, solar, nuclear e hidroeléctrica- que constituirán vectores claves para el desarrollo productivo y tecnológico nacional”, remarcó el estudio al que accedió Ámbito Financiero, y fue elaborado por Paulo Farina, Sergio Drucaroff y Diego Rivas.

Para sumar los 75.000 megawatts de potencia en las próximas tres décadas se necesitarán más de u$s140.000 millones. “Argentina cuenta con un complejo productivo capaz de acompañar y aumentar la competitividad de la economía en el marco de la transición energética con diversas tecnologías de generación. Sin embargo, la política energética e industrial no ha tendido a reforzar y explotar estos vínculos en forma sistémica. La consideración de los impactos en la producción y el empleo en las decisiones de política energética es clave para definir transiciones tecnológicas virtuosas para el desarrollo económico y social”, sostuvo el trabajo, titulado “De la crisis a la oportunidad energética: escenarios y condiciones para ampliar la oferta a 2050”.

La nueva matriz
Las políticas de eficiencia permitirían reducir el consumo interno de 68,9 Mtep (millones de toneladas de equivalente en petróleo) a 63,1 Mtep en 2030, ralentizando el crecimiento a 1,4% anual del 2,1% previsto en el escenario tendencial. Sin embargo, todos los consumos energéticos crecen por arriba de la media salvo los derivados del petróleo y el resto. En ningún escenario, excepto el de electrificación, se logra capturar el crecimiento en la participación del consumo de la electricidad, que es una tendencia de largo plazo.

El informe recalcó que en cuanto a la conformación de la matriz eléctrica, se considera la VCN (valores caloríficos netos) y cinco proyectos hidroeléctricos por 556 MW adicionales a los actualmente licitados. Si bien hay un análisis detallado de los distintos costos nivelados por tecnología, en todos los escenarios la participación renovable alcanza alrededor del 25% de la generación. La paradoja es que cuanto mayor es el consumo de electricidad mayores son las emisiones por MWh generado, al cerrar el modelo con el incremento de la generación térmica. En todos los escenarios, incluso el eficiente, se despacha capacidad térmica con fueloil y gasoil, no pudiendo reducir su utilización.  Fuente: Vaca Muerta News