La Prefectura Naval Argentina, siguiendo las recomendaciones de la Organización Marítima Internacional (OMI), implementó un programa de control de buques por el Estado Rector del Puerto para verificar el cumplimiento, por parte de los buques de terceras banderas que visitan voluntariamente nuestros puertos y aguas del país.

El programa de control de buques, cumple con los convenios internacionales relativos a la seguridad de la navegación, protección marítima, la prevención de la contaminación y las condiciones de vida y trabajo a bordo de la gente de mar, en los cuales la República Argentina es parte. 

Durante la inspección se verifica el incumplimientos a las normas internacionales, los oficiales de supervisión por el Estado Rector del Puerto pueden exigir al propietario o armador y al Estado de abanderamiento del buque, que se rectifiquen las deficiencias y/o hasta librar una orden de detención del buque para este fin, si fuera necesario.

El programa de control de buques de Prefectura, está integrado por hombres y mujeres que deben cumplir con rigurosos requisitos de formación, capacitación y experiencia profesional para ser autorizados a desempeñar la función. 

La Prefectura cuenta con OSERP desplegados en la mayoría de los puertos que reciben la visita de buques que efectúan viajes internacionales, brindando cobertura prácticamente a todo el litoral marítimo y fluvial, incluyendo la Vía Troncal de Navegación.

Cabe destacar que los buques a ser inspeccionados son seleccionados mediante el empleo de una metodología de riesgo utilizada por Prefectura para identificar potenciales deficiencias e incrementar la efectividad de las inspecciones que se realizan a los buques extranjeros que recalen en puertos del país. El perfil de riesgo del buque determina la prioridad de inspección del mismo, el intervalo de tiempo entre las inspecciones y su alcance.

Durante el año 2022, sobre un total de  2.369 buques mercantes de terceras banderas diferentes que recalaron en puertos nacionales, Prefectura inspeccionó las condiciones de seguridad marítima, prevención de la contaminación y de vida y trabajo a bordo de la gente de mar de un total de 853 buques mercantes, representando un nivel de inspecciones del 36 % del total de los ingresados.

Del total de buques extranjeros inspeccionados, 853, aproximadamente 290 presentaron deficiencias, es decir, el 33,9 %, de los cuales 18 resultaron detenidos por deficiencias graves para la seguridad, protección marítimas y la prevención de la contaminación.

Con respecto a los diferentes tipos de buques, se inspeccionaron 589 graneleros, 116 quimiqueros, 48 portacontenedores, 25 pasajeros, 25 petroleros, 22 de carga general, 20 gaseros, 4 Ro-Ro, 3 frigoríficos y 1 draga.

Las deficiencias más recurrentes resultaron ser: operacionales, relacionadas con el MARPOL 73/78 (69), seguridad con la carga 4, seguridad contra incendios 37, líneas de carga 30 y dispositivos de amarre y fondeo 14. 
Los mayores esfuerzos de control de buques se concentraron principalmente en los puertos de San Lorenzo, 340, y La Plata, 132; registrándose una creciente actividad de supervisión en los puertos de Arroyo Seco, 63, San Nicolás, 52, Quequén, 28, Buenos Aires, 27, Rosario, 25, Escobar, 23, Campana, 22 y, en menor medida, en los puertos de Zárate, Bahía Blanca, Dock Sud, Puerto Madryn, Ushuaia y Ramallo.


El programa de control de buques de Prefectura, está vigente desde la implementación operativa del Acuerdo Latinoamericano sobre el Control de Buques por el Estado Rector del Puerto (Viña del Mar, 1992), cuya Secretaría y Centro de Información (CIALA) también funcionan en el Edificio Guardacostas, es supervisado desde la Dirección de Policía de Seguridad de la Navegación y sostenido por un importante despliegue de Oficiales de Supervisión por el Estado Rector del Puerto (OSERP).  

De esta manera y a través de la función de control de buques por el Estado Rector, la Prefectura Naval Argentina realiza una contribución sustantiva para ayudar a las Administraciones de los estados de abanderamiento en su misión de lograr que se cumplan las disposiciones de los respectivos convenios para salvaguardar la seguridad de las tripulaciones, los pasajeros y de los buques, y garantizar asimismo la prevención de la contaminación ocasionada por buques. 

Estas acciones resultan cruciales para la identificación y erradicación de la operación de embarcaciones deficientes y para reducir la probabilidad de accidentes marítimos, con la consecuente pérdida de vidas humanas y bienes y/o daños para el medio marino y costero, como así también contribuir al desarrollo sostenible de las operaciones portuarias y el comercio por agua.