En los últimos días se detectaron seis hembras adultas y un macho sin vida en las costas de la Península Valdés. Los investigadores indicaron que todos los ejemplares presentaban buena condición corporal. Estudian qué causó las muertes.

El Instituto de Conservación de Ballenas (ICB) confirmó el hallazgo de un séptimo ejemplar de la especie franca austral fallecido en la última semana en aguas del Golfo Nuevo, en cercanías de Puerto Pirámides, provincia de Chubut. Desde el sábado 24 de septiembre, los especialistas detectaron seis ballenas adultas hembras y un subadulto macho, y afirmaron que ninguno presentaba “evidencia de lesiones traumáticas ni enmallamientos”.

Por el momento se desconoce la causa de la muerte de las siete ballenas encontradas. No obstante, la principal hipótesis que analizan los investigadores apunta a la presencia de biotoxinas por floraciones algales nocivas, comúnmente llamadas marea roja

Imagen: Instituto de Conservación de Ballenas (ICB)

El equipo del ICB informó que, a través del Programa de Monitoreo Sanitario Ballena Franca Austral (PMSBFA), trabaja en las necropsias de las ballenas francas australes, la recolección y el análisis de muestras de aguas y bivalvos.

“Ninguna de las ballenas evaluadas hasta el momento presentó evidencia de lesiones traumáticas ni enmallamientos, y todas se encontraron con muy buen estado nutricional, con evidencia de contenido intestinal en algunos ejemplares, indicando su alimentación reciente dentro del golfo”, detalló la Coordinadora de Campo del Programa, Agustina Donini.

Imagen: Instituto de Conservación de Ballenas (ICB)

Esto fue explicado el miércoles pasado por el director de Fauna de la Provincia, Fernando Bersano, cuando se habían encontrado los primeros seis ejemplares de ballenas franca austral: “se encontraban en buen estado de conservación, alimentándose y habían fallecido hacía poco tiempo, por lo que no fueron traídos por la corriente desde otros lugares“.

Posible causa de las muertes de las ballenas en Chubut

Una de las investigaciones que están llevando adelante los especialistas del Instituto de Conservación de Ballenas, de la Universidad Nacional de la Patagonia San Juan Bosco, el CENPAT y el Laboratorio Provincial de Salud Ambiental, entre otros, es la presencia de toxinas en el agua donde nadan y habitan las ballenas. Este fenómeno es conocido como marea roja, e implica un crecimiento desproporcionado de algas que producen una toxina que afecta a los moluscos—alimento de las ballenas—y los hace peligrosos para el consumo. Es por ello que recogieron muestras los tejidos de los animales, del agua y de los bivalvos.

Los moluscos bivalvos, como las almejas, mejillones, ostras y vieiras, a medida que crecen, depositan “carbonato de calcio en los bordes de sus valvas y lo hacen incorporando elementos del ambiente”, explica la investigadora del CONICET en el Centro de Investigación Aplicada y Transferencia Tecnológica en Recursos Marinos “Almirante Storni”, María del Socorro Doldan.

La científica señaló que al crecer los moluscos bivalvos, queda “preservado un registro continuo de información ambiental”, lo que los convierte en una suerte de “archivo ambiental”, con lo que “es posible hacer una reconstrucción continua de las variables, analizar cambios y vincularlos con fenómenos oceanográficos que hayan tenido lugar”.

Imagen: Instituto de Conservación de Ballenas (ICB)

En este sentido, la co-directora del PMSBFA Marcela Uhart explicó que “los eventos con un número inusualmente alto de ballenas adultas muertas en un corto periodo de tiempo y en una misma área pueden ser indicadores de variables ambientales locales que contribuyen a la muerte de las ballenas”.

“Durante 2021, del total de 45 ballenas francas muertas en las costas de Península Valdés, registramos 7 juveniles y 13 adultos. En contexto, si bien el número de ballenas adultas muertas de esta temporada aún es menor al de la temporada pasada, es preocupante que las muertes se hayan registrado en un período de tiempo tan corto”, cerró el Director Científico del ICB Mariano Sironi.

Al momento, rige en Chubut una veda precautoria dispuesta por la Secretaría de Pesca vinculada a los moluscos, debido al período de toxicidad de la marea. Durante este tiempo, se limita el consumo y compra de mariscos sólo a los establecimientos, pescaderías, restaurantes o locales de comidas debidamente habilitados.

Fuente: Página 12