En agosto, las primeras barcazas portacontenedores eléctricas sin tripulación y con cero emisiones, navegarán por los Países Bajos y por Bélgica

Tesla, el gigante tecnológico que preside Elon Musk, dio un paso más para consolidar su domino en los medios de transporte. En agosto entregará las primeras dos barcazas portacontenedores eléctricas para la firma holandesa Port Liner, mediante una inversión de u$s 112 millones.

Sus principales características son: cero tripulaciones y cero emisiones. Estas unidades han sido especialmente diseñadas para que puedan pasar por debajo de los puentes, en las vías fluviales interiores de Bélgica y de los Países Bajos. Su operación está prevista para carga desde los puertos de Amberes, Ámsterdam y Rotterdam.

Estas unidades podrán trasportar 24 contenedores de 20 pies con un peso máximo de 425 toneladas. Tendrán 52 metros de eslora, 6,7 metros de manga y su autonomía será de 15 horas. Después, se ampliará la flota con otros seis buques más grandes en capacidad de trasladar 270 contenedores y tendrán una autonomía de 35 horas de navegación.

El uso de los barcos Tesla dei Canales supondrá un ahorro de aproximadamente 18.000 toneladas de CO2 al año. Al mismo tiempo, se conseguirá reducir de una manera importante el uso de vehículos terrestres. Específicamente, se dejarán de utilizar un total de 23.000 camiones diésel para el traslado de mercancía.

Los motores de los nuevos barcos utilizan baterías de siete metros, cuya electricidad será proporcionada por la empresa Eneco, que suministra energía de fuentes renovables.

Al principio puede que haya personal a bordo para cubrir alguna eventualidad. Sin embargo, tras finalizar la etapa de prueba, los Tesla dei Canales podrán desplazarse sin tripulación.

Gracias a las subvenciones europeas que ascienden a u$s 8 millones, y a la colaboración económica de los puertos afectados, se ha podido dar un importante paso en la innovación del sector.

Rolls- Royce Holding PLC también se anotó en la carrera. La empresa británica está trabajando en una tecnología similar que le permitiría lanzar barcos robóticos y, aunque en principio está poniendo el foco en los remolcadores, también planea abordar los buques de carga en los próximos años. Según su vicepresidente de innovación de la unidad marina, Oskar Levander, avanzar hacia una mayor autonomía de los buques podría reducir los costos de transporte hasta un 22%.

En la misma senda se sitúa el proyecto Autoship, desarrollado por la compañía Kongsberg y enmarcado dentro del plan europeo Horizon 2020. La idea es poner en servicio buques autónomos en cuatro años, para lo cual cuenta con la colaboración del organismo de investigación Sintef, el Consejo de Investigación de Noruega, así como otra gran cantidad de socios europeos.

La iniciativa empleará dos embarcaciones autónomas en rutas de short sea shopping y en aguas interiores europeas. De esta forma, se quiere adelantar la llegada de la próxima generación de buques autónomos y desarrollar una hoja de ruta para su venta por la Unión Europea en los próximos cinco años.

Entre otras características, los buques autónomos dispondrán de un elevado nivel de ciberseguridad, según ha explicado el operador marítimo Eidsvaag, quien ha presentado el proyecto a bordo del Eidsvaag Pioneer, uno de los dos buques que se equipará para que navegue en remoto y de forma autónoma. Por el momento, la embarcación se desplaza por las costas noruegas y por los fiordos, desde donde transporta pescado a las piscifactorías.