Por: Agustín Barletti

La visita del senador Jorge Taiana es percibida como un claro signo de respaldo para el principal enclave de contendores de la Argentina.

Lo que más atrae del puerto es el movimiento, el sentimiento de actividad productiva, de trabajo, de intercambio, en exportaciones e importaciones, y el nivel de tecnificación que se ha alcanzado en el desarrollo de la actividad. Esto impacta como también es impactante el nivel de coordinación del trabajo“. Con estas palabras, el senador nacional Jorge Taiana expresó la sensación que le produjo la recorrida por el puerto de Buenos Aires. El legislador no realizó una visita protocolar, sino que se ocupó de recorrer los muelles del principal puerto de contendor de la Argentina y comprobar de primera mano su febril nivel de actividad. En la recorrida, estuvo acompañado por José Beni, interventor de la Administración General de Puertos (AGP) y demás autoridades.

Otro signo positivo fue la firma por parte de la AGP de un convenio marco con el astillero Tandanor para avanzar en el desguace de embarcaciones o artefactos navales. El acuerdo surge del firmado en agosto del año pasado entre los ministerios de Transporte, del que depende AGP, y Defensa, que coordina Tandanor, de asistencia recíproca.

El convenio, firmado por José Beni, y el presidente de Tandanor, Miguel Angel Tudino, se enmarca en las políticas impulsadas por el ministro de Transporte, Mario Meoni, para trabajar en pos del cuidado ambiental y tendrá una duración de dos años. Durante este plazo, AGP podrá solicitar que el astillero realice las tareas de desguace, tratamiento de elementos contaminantes y disposición final de la chatarra que le son encargadas.

El astillero tendrá a su cargo la evaluación de la embarcación, la elaboración del presupuesto, el traslado de la unidad y su posterior desguace ya sea en los astilleros o en el lugar que se defina, así como el traslado de la chatarra generada.

Actualmente, AGP es el destinatario de las embarcaciones que, en decisión judicial, son declaradas abandonadas y pasan a disposición del Estado para su desguace. Las tareas concluyen cuando la embarcación, que puede estar parcial o totalmente hundida, es desguazada y retirada del lugar, evitando un daño ambiental y la ocupación ociosa de espacio en el muelle.

El acuerdo mantiene además la posibilidad de destinar “el producido de la chatarra que se obtenga” a “instituciones de bien público” a través del Programa Nacional de Compactación (Pronacom).

De esta forma, se agilizarán los procedimientos administrativos y facilitará la liberación de ese espacio ocupado al tiempo que se garantiza un mayor trabajo para el astillero de gestión estatal.  Fuente: Transport & Cargo