Con todos los estudios y aprobaciones realizados, solo resta la audiencia pública y la confección de los pliegos

Con todos los estudios ya realizados y obtenidas las aprobaciones, el paso siguiente para concretar en Canal Magdalena debiera ser la realización de una audiencia pública, para luego redactar, y aprobar los pliegos de licitación. Estas dos etapas podrían demandar en conjunto no más de 120 días a partir de hoy.

Así lo informó el ingeniero Hernán Orduna, actual delegado argentino en la Comisión Administradora del Río Uruguay (CARU) y ex delegado argentino ante la Comisión Administradora del Río de la Plata (CARP) durante el programa “La Hora del Canal Magdalena“, realizado por Globalports y Transport & Cargo

Durante la emisión, diversos especialistas expusieron aspectos técnicos, antecedentes, y viabilidad para la concreción de esta vía navegable que ya cuenta con una Unidad Ejecutora dentro del Ministerio de Transporte y una partida presupuestaría asignada el presupuesto nacional.

Respecto a la situación actual del Canal Punta Indio, el delegado en la CARU hizo una evaluación del costo económico que significa para la argentina:

“Con el actual Canal Punto Indio, los buques que van a puertos argentinos esperan, a veces tres días a veces un poco más, y eso deriva en costos logísticos y gastos en bienes y servicios que se ejecutan en Uruguay. Son unos u$s 150 millones al año que percibe Uruguay y que no van a la Argentina por no tener el Canal Magdalena. Además, el Canal Punta Indio cuesta el doble en gastos de dragado“, destacó Orduna.

Como el Canal Magdalena está ubicado en aguas de uso común, su regulación se rige por el Tratado del Río la Plata, por lo que el proyecto fue sometido a consulta previa en la CARP. Este tratado firmado en 1973 establece el marco legal para la protección ambiental y el desarrollo sostenible de los usos y recursos del Río de la Plata. Uruguay hizo preguntas y solicitó estudios, que fueron realizados.

Su aprobación se realizó en base al trabajo que hizo la subsecretaría de Puertos y Vías Navegables y la Dirección Nacional de Vías Navegables; sobre la definición de los puntos navegables del proyecto aportó el Servicio de Hidrografía Naval así como características con las especificaciones y su localización geográfica y también, el relevamiento batimétrico del canal de las zonas contiguas y de las zonas de vaciado con la documentación gráfica oficial por el organismo competente argentino“, argumentó Orduna.

El funcionario destacó que se realizaron más de 42 pruebas de circulación de buques con diferentes simulaciones. Las conclusiones del análisis asistido por computadora fueron muy importantes porque al ser el Canal Magdalena de doble vía, se diferencia del de Punta Indio que es de una sola; esto genera una baja de costos y aporta una mejora sustancial a la seguridad de la navegación en el río de la Plata.

“El canal Magdalena implica un ahorro de costos y mejores condiciones para el comercio exterior y la economía en su conjunto por la velocidad y fluidez del tráfico. Además, una vez que se pague el dragado de apertura el costo del peaje va a ser menor por eso es que todos los buques van a optar por el Magdalena y no van a ir por el Punta Indio“, aseveró el funcionario.

Hernán Orduna destacó que desde el punto de vista ambiental el proyecto fue estudiado en su complejidad por indicaciones de Horacio Tettamanti durante su gestión como subsecretario de Puertos y Vías Navegables. Participaron todos los entes gubernamentales pertinentes, y las medidas de ordenamiento y regulación del tráfico de buques estuvieron a cargo de la Prefectura Naval Argentina. Se realizó la línea de base ambiental con una caracterización física del Río de la Plata y su frente y también de las comunidades bióticas. Se tomaron muestras de agua, de sedimentos del lecho donde está el canal Magdalena y de sedimentos en las zonas de vaciado. Como las conclusiones del estudio reportaron que no hay contaminación, lo que se drague podrá volcarse en la zona de vaciado sin temor a contaminar”.

Con posterioridad, la Secretaría de Ambiente y Desarrollo Sustentable de la Jefatura de Gabinete de Ministros, autoridad competente de evaluación, dictó la Resolución 416/2015 donde manifestó la no objeción ambiental para la ejecución del canal. Asimismo, el Servicio de Hidrografía Naval verificó desde el punto de vista de la seguridad náutica la información técnica del canal proyectado y los antecedentes existentes sobre la navegación en la zona del nuevo canal, y concluyó en que no existen impedimentos náuticos para su concreción.

Toda esta documentación fue comunicada al gobierno uruguayo y mientras las autoridades del país vecino se expedían, la delegación de la Argentina ante la CARP realizó un estudio geofísico con extracción de muestras de suelos para identificar la profundidad de fondos duros para el proyectado canal Magdalena, y la valuación y análisis de su impacto económico. El mismo descartó la posibilidad de encontrar materiales como rocas ígneas o cristalinas: gneiss, granitos o basaltos, ni se observó ningún indicio en los registros sísmicos de este tipo de materiales que no pueden ser dragados o removidos excepto mediante técnicas de voladuras con explosivos.

Simultáneamente se inició en el entonces Ministerio de Economía y Finanzas Públicas la redacción de un proyecto de pliego de la licitación para la apertura y balizamiento a Zona Beta del Magdalena, que fue enviado en consulta al entonces Ministerio de Relaciones Exteriores y Culto. Dicho proceso licitatorio fue abandonado por el Poder Ejecutivo Nacional luego del 10 de diciembre de 2015.

Finalmente, el 30 de septiembre de 2020 la Delegación de la Argentina ante la CARP entregó al Ministro de Transporte, copia de toda la documentación del Proyecto de Canal de Navegación Magdalena la cual incluye el Proyecto completo y los estudios realizados para dar respuesta a la República Oriental del Uruguay, y que el hermano país aprobó”, aseguró Orduna. Fuente: Transport & Cargo

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