Este jueves revelaron los detalles del informe preliminar realizados por buzos tácticos vinculados a determinar las causales del desmoronamiento de una parte del dique 1 del Puerto de Santa Fe, una estructura que tiene 112 años.

Cabe recordar que el hecho ocurrió el miércoles 19 de enero en uno de sus extremos. El incidente obligó a las autoridades del puerto a vallar una parte del estacionamiento del shopping, solicitando no circular, ni acercarse al borde del muelle; y que las embarcaciones tomen distancia de la zona del desprendimiento.

Esteban Franco, gerente de Ingeniería del Puerto de Santa Fe, indicó que la contratación buzos tácticos profesionales tuvo como objetivo conocer la estructura no visible del dique. “No es un informe concluyente, es una conclusión preliminar” advirtió, y añadió: “Por suerte, el resultado fue positivo porque lo que concluye ese informe es que la estructura general se encuentra en un estado de conservación aceptable”.

Aclaró que el relevamiento fue puntual y que se verificaron unos diez metros contiguos a la zona afectada: “En ese sector no se constató ninguna anomalía, nada que nos haga pensar que la falla ocurrió por la vida útil de una estructura que tiene 112 años”.

La primera conclusión preliminar es que la estructura en general está bien”, enfatizó en declaraciones al programa “De 10” que se emite por “LT 10”. Explicó que lo preocupante hubiese sido que esos pilotes de madera no estén en buen estado, estén podridos, golpeados, quebrados o fisurados

Dos aspectos aparecen como factores condicionantes para encontrar respuestas a lo que ocurrió. Por un lado, la bajante extraordinaria, ya que el día del desmoronamiento el Paraná alcanzó una altura de -0,23 metros; y por el otro, las intensas precipitaciones que se habían registrados los días previos al desprendimiento.

El río en condición normal está entre los dos metros y medios y los tres metros; tres metros más de agua de lo que estamos viendo durante el último tiempo”, subrayó Franco.

Sobre la posibilidad de que se haya erosionado una parte de la estructura, Franco indicó: “Hicimos una batimetría, una medición de profundidades y no detectamos de que ahí haya focalizado una profundización. Pudo haber sido una causa, porque se hubiesen erosionado el fondo los pilotes que están clavados en la tierra perderían sustento. Pero no detectamos que se haya erosionado”.

Indicó sobre el informe de buzos tácticos que “va a servir para otro estudio que va a ser más general, que no tiene que ver con una inspección subacuática, sino con una parte de ingeniería, una parte integral de cómo está todo el dique. Porque esa construcción se repite en todo el borde”.

Estamos monitoreando dos cuestiones a la vez; el desmoronamiento puntual, que es una situación a resolver, pero también la generalidad del muelle porque necesitamos quedarnos tranquilos de que esta situación no se pueda repetir“, precisó.

Por último, confirmó que el vallado preventivo en la cabecera del dique continuará hasta tanto finalicen los estudios y tener las conclusiones de ingenieros: “Tenemos el primer estudio de los buzos que es tranquilizador y el informe concluyente será el que nos den los especialistas”.

Recordó que la zona afectada es parte del muelle original que se construyó entre 1905 y 1910; tiene más de 100 años de antigüedad. “Es un dato no menor porque primero habla de la nobleza de la estructura y segundo es la primera vez que ocurre”, consideró. “Tiene una tipología constructiva, la de ese momento, de pilotes de madera y arriba un muelle, un muelle de gravedad (así se llama) de piedra; los componentes principales fueron piedra y madera“, explicó. Fuente: Diario Uno