YPF y Petronas esperan una rápida aprobación de la ley para iniciar el proyecto de GNL y abrirlo a inversores.
Por Cristian Navazo
El sueño de un megaproyecto que convierta a la Argentina en un jugador relevante en el mercado mundial del GNL y dé un salto cuantitativo al desarrollo de los recursos de Vaca Muerta está cada vez más cerca de concretarse.
En breve, quedará en manos de los legisladores nacionales la posibilidad de motorizar una inversión del orden de los 40 mil millones de dólares, que incluye la construcción de una planta licuefactora y de un gasoducto dedicado íntegramente a la exportación.
Esta semana, el presidente de YPF, Pablo González, estuvo presente en el lanzamiento de créditos para proveedores en el Parque Industrial de Neuquén, y ante la consulta de +e, indicó que junto con la empresa malaya Petronas esperan que el Congreso Nacional apruebe con celeridad la Ley de Promoción del GNL que ya tiene redactada el Ministerio de Economía, que conduce Sergio Massa.
“Es una ley de promoción que da ventajas competitivas a nivel impositivo, que tiene que ver con la decisión final de inversión, que es lo que viene después de una etapa de deliberaciones que hemos tenido hasta la semana pasada. La línea de tiempo se dispara a partir de la sanción de la ley, que esperamos que tenga consenso y se apruebe rápidamente”, dijo González.
“No es una ley solamente para YPF, sino que alcanza a todos los proyectos de producción de GNL”, aclaró el titular de la compañía nacional.
El 1º de septiembre de 2022, la petrolera argentina y Petronas firmaron un Acuerdo de Estudio y Desarrollo Conjunto para un proyecto integrado de GNL que abarcará la producción de gas en Vaca Muerta, el desarrollo de gasoductos e infraestructura de licuefacción y portuaria marítima.
“Cuando se apruebe la ley, se levanta el acuerdo de confidencialidad que tenemos con Petronas y a partir de ahí se pueden integrar otros actores al proceso, porque es un proyecto muy grande”, dijo González.
El marco normativo planteará las condiciones para la producción de GNL y otorgará previsibilidad y estabilidad impositiva para las inversiones a 30 años.
El titular de YPF indicó que el proyecto permitirá monetizar el gas no convencional de Vaca Muerta. Dijo que, en una primera etapa, alcanzaría una producción de 4 millones de toneladas anuales, para escalar hasta 19 millones de toneladas anuales en el 2036, a razón de 460 barcos anuales, con potencial de generar divisas por 20 mil millones de dólares, dependiendo de los escenarios de precios. La inversión irá desde 10 mil millones de dólares, en sus inicios, hasta los 40 mil millones de dólares con el proyecto final.
YPF y Petronas firmaron días atrás un convenio con el Consorcio del Puerto de Bahía Blanca por el cual reservaron por seis meses las tierras donde se instalaría la planta de licuefacción. En ese periodo se harán estudios técnicos, económicos, marítimos, de suelo y ambientales, que determinaran si el proyecto es viable en esa zona del sur bonaerense.
La compañía estatal malaya es una de las cuatro empresas proveedoras más importantes de GNL en el mundo, es socia de YPF en Vaca Muerta desde 2014, en el yacimiento petrolífero La Amarga Chica.
El CEO de YPF, Pablo Iuliano, indicó en dialogo con +e que se deberá construir un gasoducto de transporte entre Neuquén y la planta licuefactora, “que va a tener dedicación exclusiva, con lo cual no se va a utilizar capacidad de los gasoductos que hoy abastecen al mercado local. Y cuando la planta esté en marcha, hasta el 10% de la producción de GNL se podrá destinar al mercado local a precio competitivo de mercado, en los periodos de máximo consumo de la Argentina”.
El caño será de una magnitud similar al gasoducto Presidente Néstor Kirchner, cuya obra está en pleno avance. Como la construcción del ducto exclusivo demandará un año, estará listo antes que la planta, con lo cual se baraja la idea de comenzar la producción de GNL para exportación mediante barcos de gran capacidad.
Si bien la guerra entre Ucrania y Rusia disparó los precios a niveles históricos, Iuliano consideró que es necesario planificar mucho más allá de la coyuntura.
“No hacés proyectos pensando en que el GNL va a estar a 80 dólares (el millón de BTU), sino en que lo vas a vender a 10 o 12 dólares. Es un proyecto muy marginal, muy sensible al precio. No es lo mismo que el petróleo, que sacás un barril a determinado costo y lo vendés a 80-90 dólares, y el día que cae el precio no perforás más y se acomoda todo. En el GNL se hace una inversión gigantesca que tiene que durar 35-40 años y el margen es chico”, indicó el CEO de la petrolera nacional.
“Evaluamos distintos escenarios, lo que mejor podemos hacer es blindar un proyecto para un precio mínimo que lo banque”, agregó el directivo.
Fuente: Más Energía