Según un informe detallado de la Bolsa de Comercio de Rosario (BCR), esta conexión económica entre Argentina y EE.UU es mucho más que una simple transacción de bienes y servicios; es una historia de evolución y transformación a lo largo del tiempo.

La naturaleza del comercio entre Argentina y Estados Unidos, según señala el informe de la BCR, se caracteriza por su diversidad. Las exportaciones argentinas a Estados Unidos son un mosaico de productos que incluyen aceites crudos de petróleo, oro, naftas, vinos, carnes, carbonato de litio, miel y limones. Del otro lado, las importaciones desde Estados Unidos aportan a la economía argentina productos como gasoil, insumos farmacéuticos, carbón, y óxido de aluminio, entre otros.

Mirando más allá del mero intercambio de bienes, explica el informe de la BCR, encontramos que Estados Unidos ocupa un lugar preponderante en el panorama inversor en Argentina. Con un stock de inversión que ronda los 25.000 millones de dólares, representa cerca del 19% del total de inversiones extranjeras en el país. Esta cifra no solo habla de una relación económica sólida, sino también de una conexión profunda y multifacética que trasciende los confines tradicionales del comercio.

El informe de la BCR también arroja luz sobre los desafíos y oportunidades que se ciernen en el horizonte. Por un lado, legislaciones como la Inflation Reduction Act de Estados Unidos plantean retos para las exportaciones argentinas, particularmente en el sector del litio. Por otro lado, se vislumbran oportunidades significativas en el sector energético, especialmente con el proyecto de Vaca Muerta, que promete reducir la dependencia argentina de las importaciones de energía.

En el cambiante escenario del comercio global, la relación entre Argentina y Estados Unidos se ha tejido con hilos de constante adaptación y oportunidades emergentes, explica el informe. De acuerdo a la BCR al analizar las últimas décadas del siglo XX, encontramos que Estados Unidos fue un faro para las exportaciones argentinas, absorbiendo cerca del 11% de su total. Sin embargo, con el advenimiento del siglo XXI, se percibe un cambio en el viento comercial. 

La participación estadounidense en las exportaciones argentinas disminuyó gradualmente al 9% en la primera década, y más adelante, a aproximadamente 6.3% entre 2011 y 2022. Sin embargo, esta disminución en los porcentajes no refleja una pérdida de relevancia, sino un reflejo del crecimiento general de las exportaciones argentinas y la apertura hacia nuevos mercados.

En conclusión, según se desprende del informe de la Bolsa de Comercio de Rosario, la relación comercial entre Argentina y Estados Unidos, es un relato de adaptación, desafíos y oportunidades. Mientras que la participación estadounidense en las exportaciones argentinas ha visto una disminución relativa, su rol como socio comercial y financiero sigue siendo fundamental. La historia de esta relación es un testimonio de cómo dos naciones pueden crecer y evolucionar juntas en el gran escenario del comercio mundial.

Fuente: BCR