El rompehielos ARA Almirante Irízar partió el jueves por la mañana desde el puerto de Buenos Aires, inaugurando la Campaña Antártica de Verano 2023-2024. A bordo, más de 300 personas, incluyendo personal científico, militar y de logística, emprenden esta crucial misión.

Según informes de la agencia Telám, esta expedición incluye por primera vez un estudio sobre la presencia de microplásticos en los mares antárticos, una preocupación ambiental creciente. 

Durante los próximos cuatro meses, el Irízar visitará las 13 bases argentinas en la Antártida, tanto permanentes como temporales, y transportará materiales esenciales para la renovación de la base Petrel, fortaleciendo su papel como puente natural hacia el continente antártico.

El ministro de Defensa, Luis Petri, encabezó la ceremonia de partida, destacando el significado del Irízar como un símbolo de orgullo nacional y soberanía argentina en las aguas antárticas y del Atlántico Sur. Enfatizó la importancia estratégica de la base Petrel en el contexto de la bicontinentalidad de Argentina.

En colaboración con instituciones como el Conicet, el Instituto Científico de Tierra del Fuego, y el INTA, el Irízar lleva a bordo equipos para construir tres nuevos laboratorios multidisciplinares en las bases Marambio, Carlini y en la Isla de los Estados. Además, en la Rada La Plata, el buque se abastecerá con 4.5 millones de litros de combustible de YPF, destinados a las bases y aeronaves en la Antártida.

Tras recoger en Bahía Blanca dos aeronaves Sea King, el Irízar se dirigirá hacia la Base Orcadas, marcando el inicio de su ruta antártica. La primera etapa de la misión se centrará en las bases de la Península Antártica hasta finales de enero.

El equipo a bordo incluye 117 miembros permanentes y 68 complementarios, a los que se sumarán 30 personas del grupo aéreo en Bahía Blanca. Además, un total de 200 científicos participarán en la campaña, desarrollando más de 50 proyectos del Plan Anual Antártico, cubriendo áreas como ciencias de la vida, ciencias de la Tierra, y estudios fisicoquímicos y ambientales.

Walter Mac Cormack, director del Instituto Antártico Argentino, destacó la importancia de la campaña en el estudio del cambio climático y sus efectos en los ecosistemas antárticos. Entre los proyectos a bordo se incluye el estudio de microplásticos, la observación de cetáceos, aves, mamíferos marinos y la caracterización de comunidades microbianas para estrategias de biorremediación.

Esta misión multidisciplinar no solo representa un hito en la investigación científica antártica de Argentina, sino que también reafirma el compromiso del país con la conservación del medio ambiente y la comprensión del cambio climático a nivel global.