El 1 de octubre, en la ceremonia oficial de la Prefectura Naval Argentina en homenaje a los veteranos de Malvinas, Grupo Servicios Marítimos (GSM) se hizo presente de una manera muy especial a través de su CEO, Mónica Navarro, quien acompañó al maestro orfebre Juan Carlos Pallarols en la entrega de la obra “Rosa por la Paz”.
Redacción GlobalPorts
La pieza, elaborada a partir del bronce fundido de material bélico recuperado de la Guerra de Malvinas, simboliza la transformación de la violencia en memoria y homenaje. Este gesto no solo enaltece a los veteranos, sino que además interpela a las nuevas generaciones sobre el valor de la paz y la construcción de memoria colectiva.


La presencia de GSM en esta ceremonia subraya el rol del sector privado en acompañar los homenajes institucionales a los héroes de Malvinas. Al recibir junto a Pallarols el escudo heráldico de la Prefectura Naval Argentina, Mónica Navarro reforzó el compromiso de la compañía con la historia y los valores nacionales, vinculando su gestión empresarial a un compromiso social más amplio.
La participación de GSM en este acto no se limita a un acompañamiento simbólico: representa la idea de que el sector marítimo y logístico argentino forma parte del entramado de soberanía nacional, y que sus protagonistas tienen un papel activo en mantener vivo el legado de Malvinas.
La ceremonia también distinguió a personalidades como el actor Luis Landriscina, por su incansable labor en la difusión de la causa Malvinas; el empresario Heriberto Tomás Sánchez, por su aporte en la inauguración de la escultura del Guardacostas “Río Iguazú” en Ushuaia; y la estudiante Virna Decurnex, autora del poema “El que partió sin ruido”.
Cada uno de estos reconocimientos, desde distintas miradas, mostró que la memoria de Malvinas se proyecta tanto desde el arte y la cultura como desde la logística, la educación y la acción comunitaria.


En este marco, la entrega de la “Rosa por la Paz” por parte de Pallarols y Navarro, en representación de Grupo Servicios Marítimos, se convirtió en un momento central de la ceremonia: un recordatorio de que la construcción de memoria se sostiene con gestos que unen historia, arte y compromiso social.




























