Por Ariel Armero

Se realizó el primer webinar del ciclo “Oportunidades de descarbonización del transporte fluvial en la Hidrovía Paraguay-Paraná”, organizado por el Banco Interamericano de Desarrollo y Globalports. Esta edición fue dedicada a la presentación del estudio “Análisis de sustitución de combustibles del sistema de transporte fluvial de la Hidrovía Paraguay–Paraná”, realizado por Banco Interamericano de Desarrollo (BID), el Comité Intergubernamental de la Hidrovía Paraguay-Paraná, Organización Latinoamericana de Energía (OLADE) y producido por Globalports.

En el segundo panel participaron Romina Bocache, Secretaria Ejecutiva del Comité Intergubernamental de la Hidrovía Paraguay-Paraná (CIH); Roberto Aiello, Especialista Principal Regional de Energía, BID; Jorge Ciacciarelli, consultor especialista; Gordon Wilmsmeier, Profesor de la Universidad de los Andes; Tatiana Castillo, Asesora legal de OLADE; Andrés Schuschny, Director de Estudios, Proyectos e Información, OLADE; Raúl Podetti, Asociación Argentina de Ingeniería Naval; Carlos Padovezi, Investigador Senior del “Instituto de Pesquisas Tecnológicas” de San Pablo, Brasil.

Bocache, abrió el tema hablando de los aspectos institucionales, logros y desafíos de la Hidrovía de Paraguay-Paraná. Ésta, explicó la expositora, se extiende con 3442 kilómetros desde Puerto Cáceres en Brasil, hasta  Nueva Palmira en Uruguay. A su vez mencionó su gran importancia geopolítica y estratégica, con 110 instalaciones portuarias, una superficie de 720.000 kilómetros cuadrados y aproximadamente una población de 60.000.000 de habitantes. 

Este canal comercial se entiende como un proyecto estratégico para el desarrollo y la integración regional. Se ha creado hace 30 años y todos sus desarrollos constituyen una política de Estado”, dijo. Además desarrolló detalladamente las funciones que tiene el CIH y cómo se toman las decisiones en este comité. 

Por otro lado, se centró en la gestión ambientalmente sostenible de la hidrovía. ”Se ha adecuado a la hidrovía cierta normativa internacional como los convenios para prevenir la contaminación por los buques, los anexos del convenio Marpol y el análisis de la posibilidad de utilizar combustibles alternativos y energías limpias”, declaró, agregando que es importante la coordinación de los Estados, el diálogo con los distintos actores involucrados. Hay un objetivo común que nos une, y es el trabajar por una hidrovía más segura, competitiva y sustentable”, cerró Bocache.

Gordon Wilmsmeier se refirió al estudio “Análisis de sustitución de combustibles del sistema de transporte fluvial de la Hidrovía Paraguay–Paraná”, diciendo que explora las técnicas y perspectivas de diferentes combustibles alternativos. “Hay una gran demanda del desarrollo sostenible y por seguir siendo competitivos”, afirmó.

Luego habló de la movilidad eléctrica y al hidrógeno. El desarrollo de la producción eléctrica del hidrógeno ofrece una forma casi libre de emisiones. En general la aplicación del uso de hidrógeno sigue siendo costosa, desarrollo, es posible que en unos años surja alguna más sustentable. “Se están llevando adelante numerosas investigaciones en distintas partes del mundo. Se está avanzando en soluciones para mayores almacenamiento”, comentó. 

Por último se refirió al GNL, mencionando que puede considerarse un combustible de transición para reducir las emisiones en un futuro próximo.

En esta misma línea, Jorge Ciacciarelli, expresó que se ha identificado que “el GNL se perfila como el combustible alternativo con mayor disponibilidad regional, menor precio y amigabilidad con el medio ambiente”.

Existirían posibilidades en la región de abastecer la demanda de la hidrovía que se estima en estudios que es de 100.000 metros cúbicos al año, remarcó.

Además destacó la existencia de una tecnología disponible en la región para licuefacción de gas natural, como se da en el caso de Bolivia.

En el estudio se menciona también que “el precio por caloría del gas natural sería inferior al de los combustibles reemplazados. Esto permitiría reducir los costos operativos en la hidrovía”, comunicó Ciacciarelli. Existe la esperanza de que el GNL permitirá la eliminación completa de emisiones de sulfuro y cerca del  90% de reducción en los gases nitrosos.

Otra reflexión destacada en el estudio se relaciona con el biodiesel. Se cree que este combustible se irá incorporando, ya que no tiene compuestos azufrados en su composición. Como debilidad, dijo el especialista, el precio de los biocombustibles está muy relacionado con el precio del aceite de soja, por eso no compute con el GNL.

Roberto Aiello, por su parte, mencionó que la motivación para el estudio fue mirar el caso del transporte fluvial, la Hidrovía Paraguay- Paraná, ya que se trata del principal corredor de la región afirmó.

La exposición de Tatiana Castillo, estuvo centrada en la resolución 438, publicada por la Secretaría de Energía Argentina en 2019. Esta establece normas para garantizar la seguridad en las operaciones de abastecimiento y logística del Gas Natural Licuado (GNL). Allí se tomaron en cuenta las normativas internacionales ISO. Esto se puede considerar como un antecedente para el desarrollo de otras regulaciones en el transporte de la hidrovía. 

Actualmente existen regulaciones internacionales obligatorias para la disposición, instalación, control, vigilancia de maquinaria y equipos y se centra en el GNL, comentó. En este sentido agregó que existen regulaciones estrictas dirigidas a reducir en un 85% el contenido de azufre en los combustibles marinos, lo que va a impactar de manera positiva en el posicionamiento del GNL en la hidrovía.

Roberto Aiello amplió esto, diciendo que en el estudio se enfocaron en analizar opciones para mejorar la productividad, reducir costos operativos y reducir la emisión de contaminantes. También afirmó que quieren lograr lo que todos buscan, una hidrovía “más limpia y más competitiva”.

Raúl Podetti, comenzó su exposición con la evaluación preliminar de costos y subrayó que el uso del gas licuado es una de las alternativas para la descarbonización en la hidrovía. Así enumeró resultados de una breve investigación que están realizando sobre el salto del diesel oil al uso de GNL naval, en el transporte de la hidrovía. A su vez afirmó que se ha comprobado que con el GNL se reduce la contaminación y los costos. Podetti dio una serie de valores y datos precisos para explicar los resultados alcanzados. “Este paso a otro combustible permite eliminar los daños a la salud, y hacer inversiones que son fácilmente recuperables”, expresó. Aunque advirtió que el mayor desafío, es el salto al BIO GNL.

La navegación fluvial es el medio de carga más eficiente para transportar. Es importante buscar  reducir emisiones y hacer que el transporte sea cada vez más sostenible por el reemplazo de combustible”, afirmó en su análisis Carlos Padovezi. Trabajar con gas natural para reducir las emisiones, es un gran desafío, dijo. El primer cuestionamiento es la posibilidad de almacenamiento de espacio del gas y el radio de  la operación de la embarcación, ya que se necesita más espacio para almacenar gas que gasoil. 

Hay que considerar que la contribución de un intercambio de un combustible por otro más limpio, lleva a ganancias de costos eternos”expresó. Además remarcó que hay una notable diferencia de precio del gas natural con el gasoil«. Y aclaró que los costos pueden ser aún menores cuando aumente su utilización.

El investigador cerró haciendo un recorrido por los costos que implicarán los cambios de flotas, de las disposiciones, motores y comparó estudios con otros países para hacer un análisis más preciso.

El taller fue transmitido simultáneamente en castellano, inglés y portugués, en los canales de Globalports en Youtube,  así como en las redes sociales.