La pandemia disparó la demanda, lo que a la vez ha provocado retrasos y que las tarifas de envíos se multipliquen hasta por ocho.

Los precios generales de la cesta de la compra global subirán como media un 1.5 por ciento hasta 2023 en relación con los niveles prepandemia a causa de la subida del coste del transporte marítimo, que mueve un 80 por ciento de esos productos y sigue afectado por la pandemia y los cuellos de botella en la producción.

Ésta es la principal conclusión que este jueves emite la Conferencia de las Naciones Unidas para el Comercio y el Desarrollo (UNCTAD) en su informe sobre el tráfico marítimo, en un momento de preocupación por la situación de la cadena global de suministro, aún no adaptada a la fuerte demanda que trajo la pandemia.

El informe vaticina “dramáticos repuntes en las tarifas de los fletes, importantes subidas de precios para consumidores e importadores y posibles cambios en los patrones comerciales debido a la tensiones comerciales y a la búsqueda de una mayor resiliencia”.

“Volver a la normalidad requeriría invertir en nuevas soluciones, incluyendo infraestructuras, tecnología de transporte de mercancías y digitalización, o medidas de facilitación del comercio”, sugirió en la presentación del informe la secretaria general de la UNCTAD, la costarricense Rebeca Grynspan.

Naciones Unidas subraya que, si continúan los actuales problemas en el tráfico marítimo, los precios de las importaciones a nivel mundial aumentarán un 11 por ciento como consecuencia de la subida de precios de los fletes.

Por ejemplo, el informe indica que el coste del envío de contenedores desde el puerto chino de Shanghái a Europa, una de las principales rutas comerciales, era de mil dólares por TEU en junio de 2020, una cifra que aumentó a 4 mil dólares a finales de ese año y rozó los 8 mil dólares a mediados de este 2021.

Estas subidas acaban afectando a los consumidores, que “tendrán un 1.5 por ciento menos de dinero en sus bolsillos” en 2023, explicó a Efe el principal autor del estudio, Jan Hoffmann, experto en comercio y logística de la UNCTAD.

Las subidas se notarían especialmente en bienes de bajo valor añadido (muebles, textiles…) para los que se prevé un aumento de precios del 10.2 por ciento, aunque también habría subidas importantes en productos plásticos (9.4 por ciento), vehículos (6.9 por ciento) o maquinaria (6.4 por ciento), entre otros.

El informe también prevé una ralentización del crecimiento del comercio marítimo, que tras haber aumentado a un promedio anual del 2.9 por ciento en las dos últimas décadas crecerá anualmente sólo un 2.4 por ciento entre 2022 y 2026, de acuerdo con las estimaciones de la ONU.

En 2020, año marcado por la pandemia de COVID-19 y que dejó durante meses varados a 400 mil marineros del sector de carga a causa de las medidas sanitarias, el comercio marítimo se desplomó un 3.8 por ciento, aunque ha rebotado un 4.3 por ciento en 2021, un ritmo que se reducirá al 3.2 por ciento en 2022 y al 2.4 por ciento en 2023, calcula el informe.

La subida de precios y la ralentización del crecimiento del comercio marítimo se deben en parte, según los responsables del estudio, al aumento de la demanda de productos que se ha producido a causa de la pandemia.

Hubo más demanda de lo que se esperaba: en un principio se pensó que ésta bajaría como ocurrió en la crisis financiera de 2008, pero creció en lugares como EU o Europa“, explicó Hoffmann.

Aunque bajó la demanda de servicios, creció la de productos, que necesitan mucho más del comercio marítimo: “La gente ya no podía ir al restaurante, al cine o a la peluquería, así que compró cosas, algo ahora muy fácil gracias al comercio electrónico“, añadió.

A ello se han sumado problemas en la vertiente de la oferta derivados de la crisis sanitaria: las medidas de prevención han aumentado el tiempo de atraque en los puertos, retrasando con ello los envíos, hasta el punto de que un buque de contenedores tarda como media un 20 por ciento más de tiempo en llegar a su destino.

“Los cuellos de botella más importantes se produjeron en la costa oeste de Estados Unidos en la primera mitad de 2021, y desde allí eso tuvo impacto en todo el mundo”, afirmó la directora de tecnología y logística de la UNCTAD, Shamika Sirimanne.

Otros factor que ha impactado al comercio global fue el encallamiento durante varios días en marzo del buque de carga Ever Given, bloqueando con ello el canal de Suez, uno de los principales lugares de paso del transporte de carga mundial, lo que provocó graves retrasos en los envíos.

A ello se suma, explica Hoffmann, el proceso de descarbonización que el transporte marítimo está intentando acometer para contribuir al freno del calentamiento global: La forma más fácil de hacerlo para estos buques es reducir su velocidad, con lo que emiten menos contaminantes, otro factor que encarece los costes y retrasa la cadena de montaje global. Fuente: EFE Ginebra