Julio de 2023 ha sido confirmado como el mes más caluroso jamás registrado, según los datos proporcionados por la Organización Meteorológica Mundial (OMM) y el Servicio Copernicus de la Comisión Europea. 

Violeta García

Estos organismos especializados han señalado que en julio se han registrado los tres días más calientes y las temperaturas oceánicas más altas para esta época del año que se hayan documentado nunca.

El Secretario General de las Naciones Unidas, António Guterres, ha destacado la urgencia de acelerar la acción climática en vista de las consecuencias claras y trágicas que acarrea este récord histórico de calor. Las olas de calor en gran parte de América del Norte, Asia y Europa, así como los incendios forestales en países como Canadá y Grecia, han tenido un gran impacto en la salud de las personas, el medio ambiente y las economías.

Guterres ha insistido en que el cambio climático ya no es una amenaza futura, sino una realidad alarmante y ha enfatizado que la humanidad es responsable de este fenómeno. Es hora de actuar y dejar de buscar excusas, ya que la aceleración de las temperaturas exige una acción acelerada.

La OMM ha presentado estos datos como un “anticipo del futuro“, advirtiendo que existe un 98% de probabilidades de que al menos uno de los próximos cinco años sea el más cálido registrado y un 66% de posibilidades de superar temporalmente la marca de 1,5°C por encima de los niveles preindustriales durante al menos un año del lustro por venir.

El líder de la ONU ha recordado que aún es posible limitar el aumento de la temperatura global a 1,5°C por encima de los niveles preindustriales para fin de siglo y evitar así lo peor del cambio climático. Sin embargo, esto solo será posible si se actúa de manera inmediata y determinada.

Guterres ha pedido a los líderes mundiales que asuman la responsabilidad y lideren la acción climática. Instó a los países del G20, responsables del 80% de las emisiones globales, a intensificar la acción y la justicia climáticas. 

Además, reiteró la necesidad de que los países desarrollados se comprometan a alcanzar emisiones netas cero lo más cerca posible de 2040, y las economías emergentes lo más cerca posible de 2050, con el apoyo de los países desarrollados para lograrlo.

La acción climática no es solo responsabilidad de los gobiernos, sino que debe involucrar a empresas, ciudades, regiones e instituciones financieras afirmó el Secretario General de la ONU. 

Guterres instó a las instituciones financieras a poner fin a sus préstamos, suscripción e inversiones en combustibles fósiles y cambiar hacia las energías renovables. También pidió a las empresas de combustibles fósiles que delineen un cambio hacia la energía limpia con planes de transición detallados en toda la cadena de valor.

El Secretario General destacó que es esencial tomar medidas de adaptación para proteger a la población de las consecuencias del cambio climático, como el calor abrasador, las inundaciones, las tormentas, las sequías y los incendios. 

Los países en primera línea, que tienen menos responsabilidad en la crisis pero menos recursos para enfrentarla, deben recibir el apoyo necesario para hacer frente a estos desafíos.

Por último, Guterres exhortó a los países desarrollados a cumplir con el compromiso de proporcionar 100.000 millones de dólares al año a los países en desarrollo para el apoyo climático y a reponer plenamente el Fondo Verde para el Clima. 

También instó al sistema financiero global a corregir su rumbo para respaldar la acción climática acelerada, incluyendo la implementación de un precio al carbono y una mayor financiación para energías renovables y adaptación.

En conclusión, el Secretario General enfatizó que la humanidad ha desatado la destrucción con el cambio climático, pero aún podemos detener lo peor si actuamos con ambición y determinación. La acción climática debe convertirse en una prioridad inmediata y conjunta de todos los actores a nivel global.