La pesca argentina enfrenta una crisis inminente con las recientes retenciones del 15%, amenazando con colapsar toda la industria. La semana pasada, el Gobierno nacional anunció la revisión del plan desregulatorio de la pesca, pero la incertidumbre persiste sobre cómo procederán en consecuencia. Estos desarrollos se dan en medio de la discusión de la Ley Omnibús, propuesta por Javier Milei en el parlamento nacional.

La industria pesquera ha reaccionado de manera rápida y unificada, ya que todos concuerdan en que las disposiciones del Capítulo III del proyecto de “Ley de Bases y Puntos de Partida para la Libertad de los Argentinos” son inaceptables. Aunque el Gobierno ha retrocedido en la reforma pesquera propuesta, las retenciones del 15% en el Capítulo V de Medidas Fiscales siguen vigentes, por ahora.

Actualmente, se aplican derechos de exportación (DEX) que varían del 0% al 9% para los productos pesqueros, conocidos como “retenciones Massa”, establecidas por decreto durante el mandato anterior. La cumbre entre Francos, Torres y Montenegro ofreció cierto alivio, ya que no se llegó a un acuerdo concreto, pero la reversión de la reforma pesquera sigue siendo una “promesa libertaria”.

A pesar de las promesas de Milei durante la campaña de “retenciones cero”, la realidad actual implica que exportar filete de merluza no tiene retenciones, mientras que productos de valor agregado de langostino como EZP, PTO y PND tributan entre 1% y 3%. La semana pasada, la incertidumbre generó la cancelación de numerosas operaciones de comercio exterior.

Con la demanda internacional en declive y los precios deprimidos, la imposición potencial de altos impuestos a las exportaciones podría dejar a los exportadores sin la capacidad de competir en otros mercados. La situación sigue siendo delicada, y la industria pesquera espera con ansias las novedades de esta semana sobre el destino de las retenciones del 15%.

Fuente: Parte de Pesca, en el Diario