Diana Mondino es economista experta en temas internacionales y en una reciente entrevista que brindó a CNN Radio Rosario analizó la influencia que la invasión rusa sobre Ucrania tiene sobre la economía y las finanzas tanto globales como argentinas.

Diana Mondino es economista experta en temas internacionales y en una reciente entrevista que brindó a CNN Radio Rosario analizó la influencia que la invasión rusa sobre Ucrania tiene sobre la economía y las finanzas tanto globales como argentinas.

En primer lugar hay que tener en cuenta en todo análisis, el boicot o las restricciones en dichas áreas que una parte del mundo le está imponiendo a Rusia y como eso puede jugarle a Putin puertas adentro. Así y todo, a algunos países no les afecta tanto restringir la relación con Rusia, a otros les afecta mucho.

Consultada sobre el boicot que se le está haciendo a Putin a través de los bancos, a través de las relaciones comerciales, la especialista dijo: “No siempre se tienen los resultados esperados, empezando por el presidente ruso que creyó que en dos días tomaba Ucrania. Luego de una semana con combates espantosos. Estas sanciones tienen un aspecto creativo en el sentido de tratar de aislar a Putin de la población rusa, de los oligarcas, que se sientan ellos perjudicados y que traten de decir ‘esta situación tan absurda no debería continuar´. Lo que es muy interesante son las propias sanciones que Putin está instruyendo en su territorio y por ejemplo está haciendo que el 80% las exportaciones rusas tengan que ser transformadas en rublos y han perdido muchísimo valor. Y eso lo considera una cosa necesaria para mantener el control absoluto que tiene sobre la población y sobre las divisas”.

“Y si lo pensamos en Argentina, tenemos una restricción similar desde hace bastante tiempo y por el 100% y no estamos en guerra; esa es una reflexión que deberíamos hacer sobre nuestra economía”, acota Mondino.

Además agregó: “El objetivo de los que le imponen las sanciones es perjudicar a Putin en su economía interna, distorsionar su mercado, pero yo no sé si no se miden las consecuencias de lo que puede ocurrir al afectar a la población”

La especialista hizo hincapié en que “lo importante es que expliquemos que las restricciones tienen un aspecto novedoso en donde las restricciones económicas y la ayuda que se está dando Ucrania no implican sacrificar vidas humanas. O sea, hasta ahora Europa no manda muchachitos a morir y eso tiene un valor que no lo podemos minimizar de ninguna manera”.

En otra parte de la charla, agregó que “la relación de Europa con Rusia depende de lo energético. Europa ha impuesto un montón de sanciones pero no sobre justamente la parte energética. Sí se ha suspendido la construcción de otro gasoducto muy grande que se llamaba Nordstrom pero las exportaciones siguen estando”.

“De todas maneras Rusia tiene reservas de más de 600 millones de dólares. El tema no es cuánto el boicot afecta a países como Alemania (algo así como el 20% de sus importaciones de energía), sino a otros países más pequeños particularmente lo que estaban en la esfera soviética, que requieren el 100% de energía de Rusia. En la medida en  que esas restricciones no lleguen a la energía, Rusia mantiene un ingreso de divisas y el resto los países pueden mantener una vida económica razonable. Si es que decidieran reactivar la energía nuclear va a pasar un tiempo muy prolongado”, continúa su análisis Mondino.

Consecuencias para nuestro país

A su vez, la economista se refirió a Argentina. “Las consecuencias para nosotros son ambiguas”, dijo. “Ha subido mucho el precio de algunos commodities con lo cual el ingreso sería muy grande si no fuera que a la vez tenemos restringidas nuestras exportaciones”, analizó y añadió: “Si el gobierno libera las exportaciones de trigo, de maíz, que en este momento estamos con fuertes restricciones (aunque no salen los diarios) eso debería beneficiarnos. Hoy esa diferencia queda casi en su totalidad en manos del Estado, casi no le llega al productor”.

“Nosotros en Argentina, la miopía que tenemos es algo sorprendente. De esta historia venimos hablando hace un mes y medio. Cómo puede ser que no se haya reunido el presidente con las principales empresas energéticas argentinas, con embajadores europeos y ofrecer por ejemplo, a Alemania:  ‘Tenemos pensado hacer un gasoducto, ya están los planos hechos, háganlo ustedes y aportemos energía’”, sugiere. “Aceleremos los trámites, que sea con financiación externa y lo que estaba previsto para dentro de 5 años se puede hacer en 1. Que mejor que hacerlo con financiación externa y usando rápidamente el dinero y la necesidad de otro”.

En esa línea, manifiesta: “Hoy en Argentina tenemos serios problemas de energía porque tenemos que importar, y vamos a tener que importar al mismo precio que está importando Europa. Entonces como mínimo tenemos que bajar esa factura. Argentina importa energía que podría estar produciendo. Tal vez incluso podamos exportar en dos o tres años, porque el temor mundial a Rusia no se va a ir en una semana”.

 Políticas de estado, negocios de privados

“En Argentina nos focalizamos demasiado en los gobiernos y en las oposiciones. El gasoducto que se estaba haciendo entre Rusia y Alemania es desde el país ruso hasta el país alemán pero totalmente privado”, relata la economista y da su opinión sobre como se generan los mejores negocios internacionales. “En la Argentina de todos los días siguen las restricciones a la exportaciones de carne, trigo, maíz. Son restricciones cuantitativas, incluso a la exportación de conocimiento, software, genética en semillas o lo que sea. Se va afuera o venden afuera y ni lo declaran. Nosotros mismos estamos limitando nuestra capacidad de exportar con el tipo de cambio fijo, la obligación de liquidar divisas y porque encima le pagamos 100 pesos al que exporta en vez de 200”, manifiesta.

Importaciones que no importan

En el otro extremo del comercio internacional, Mondino cuenta: “Me consta dolorosamente que ya faltan hasta stents para hacer operaciones cardiovasculares. Otro caso: ruedas para tractores no hay, lo que encarece la producción brutalmente y obliga el contrabando porque la ruedas terminan entrando desde Paraguay, costando el triple. Se demora y encarece todo hasta que la economía explota como un globo”, grafica.

“Creo que las restricciones a las importaciones es una tragedia y además tenemos otras tragedias de las cuales no se habla. Por ejemplo si a Rusia se le imponen sanciones o se la saca del SWIFT, hay empresas locales con negocios allá que sí lo van a padecer. Argentina exporta desde queso roquefort a Rusia hasta maquinaria agrícola a Ucrania. Si se corta el ciclo no van a entrar divisas para luego poder importar”, dice.