Más allá de que el Canal de Panamá sea un vínculo para el comercio marítimo mundial, su cuenca facilita la conectividad para la rica biodiversidad que se encuentra en la región. Alrededor del Canal de Panamá se encuentran miles de hectáreas habitadas por monos aulladores, capuchinos cara blanca, tucanes, águilas arpías, perezosos y venados, entre otros.
 
Panamá es parte del Corredor Biológico Mesoamericano, el puente terrestre natural de América del Sur a América del Norte, utilizado por especies en migración. La cuenca del Canal es parte de este puente, que consta de más de 343,000 hectáreas de bosque tropical, de las cuales el 57% tiene cobertura forestal. La cuenca del Canal de Panamá, además de proporcionar agua para las operaciones de la vía, y más de la mitad de la población del país, es también un santuario para una gran variedad de especies de flora y fauna.
 
Hoy, las aguas circundantes y las islas de la cuenca del Canal albergan aproximadamente 160 especies de mamíferos. De los 33 mamíferos considerados en peligro de extinción en el país, 30 viven en esta zona, entre ellos el jaguar, el tapir y el pecarí de labios blancos. La cuenca del Canal también alberga más de 500 especies de aves, con 25 de las 35 especies de aves protegidas en el país que viven en esta área. Además, el área también es refugio para 125 especies de reptiles y 26 tipos de peces.
 
El Canal de Panamá juega un rol importante en la conservación de esta área, fomentando el desarrollo sostenible y protegiendo sus recursos hídricos. El Canal de Panamá reconoce desde hace mucho tiempo al agua como su principal recurso, implementando y expandiendo una multitud de programas que van más allá de sus operaciones, en nombre de la conservación.
 
El Canal administra diligentemente el suministro de agua y protege activamente sus recursos ambientales, mientras que mejora y mantiene la sostenibilidad de la Cuenca. Como parte de sus operaciones, el equipo del Canal se encarga de garantizar las fuentes hídricas, en cantidad y calidad, utilizando la tecnología necesaria para pronosticar adecuadamente los niveles de agua, asegurar la correcta conservación del recurso natural y controlar eficazmente el caudal.
 
Al cuidar la cuenca y su entorno natural, el Canal contribuye al cuidado de las especies de la región. Como parte de su estrategia de protección ambiental, el Canal de Panamá lleva a cabo varios programas que contribuyen a las estrategias de conservación de la biodiversidad a nivel nacional y protegen la variedad natural del Corredor Biológico Mesoamericano.
 
Dentro de estos programas se encuentran la agroforestería (integrando la plantación de árboles) y los esfuerzos que han contribuido a la reforestación de más de 8,000 hectáreas. Al asociarse con la comunidad local en la cuenca a través de titulación de tierras y programas de educación ambiental en conservación, el Canal ha protegido 3,150 hectáreas adicionales de bosques. El Canal también realiza informes de seguimiento periódicos para darle seguimiento de los esfuerzos de reforestación. Adicionalmente está trabajando con los actores locales para diseñar nuevas estrategias que ayudarán a mejorar la cobertura forestal y fomentar la creación de iniciativas comerciales sostenibles vinculadas a la protección ambiental, el ecoturismo y agroturismo.
 
Durante la migración estacional de cetáceos, que incluyen ballenas, delfines y otros grandes mamíferos acuáticos, el Canal de Panamá promueve la implementación de Esquemas de Separación del Tráfico (TSS, por sus siglas en inglés) que disminuye la superposición entre los buques que entran o salen de la vía interoceánica y las ballenas migrantes. A los buques que transitan a través de estas áreas en el lado Pacífico del Canal también se les requiere que avancen a una velocidad de no más de 10 nudos, una práctica conocida como Reducción de Velocidad del Buque (VSR, por sus siglas en inglés). Esta medida, implementada por primera vez en 2014, ha disminuido significativamente la probabilidad de incidentes y accidentes graves que involucren ballenas jorobadas y otros cetáceos en los años posteriores, contribuyendo a la seguridad marítima y el control de las embarcaciones que transitan por las aguas que rodean el Canal, al mismo tiempo que reducen sus emisiones de gases de efecto invernadero y gases contaminantes en un promedio de 75%, dependiendo del tipo, tamaño y combustible de cada buque.
La protección de la biodiversidad en la cuenca del Canal no se puede hacer sola. El Canal mantiene alianzas con instituciones científicas, el sector privado y el gobierno panameño. El Canal cuenta con una asociación duradera con el Instituto Tropical Smithsonian (STRI), que lleva a cabo investigaciones pioneras en una amplia gama de temas, incluyendo la biodiversidad en la cuenca. Juntos, continúan su trabajo en el proyecto Agua Salud de 700 hectáreas, que compara cómo diferentes usos experimentales de la tierra afectan la gestión del agua, el almacenamiento de carbono y la conservación de la biodiversidad en la cuenca del Canal.
 
El Canal de Panamá seguirá desarrollando proyectos e iniciativas para proteger sus recursos naturales. La salud de la cuenca es un reflejo de la salud del Canal de Panamá y continúa siendo una parte importante de su estrategia de gestión para proteger los recursos naturales que rodean la Ruta Verde. Las alianzas sólidas serán una parte integral de este objetivo, y el Canal continuará aumentando sus alianzas y desarrollando programas para ser parte de la solución para la naturaleza.
Fuente: Canal de Panamá