El titular de la Cámara del Transporte de Tierra del Fuego, Darío Loreto, informó que por decisión de la empresa naviera se redujo a la mitad la capacidad de transporte vía marítima desde Buenos Aires a Ushuaia. Por ende, dijo que aumentó enormemente la cantidad de camiones que ingresan a la provincia lo que ha dejado al sistema logístico al borde del colapso.

Loreto alertó sobre la compleja situación que atraviesa la provincia en la materia, en virtud de la salida de operatividad de uno de los buques que realizaba regularmente carga marítima desde Buenos Aires a Ushuaia, y el consiguiente aumento del número de camiones que están ingresando vía terrestre, con la dificultad que eso conlleva.

Loreto señaló que, “hoy por hoy, hay un solo barco haciendo carga entre Buenos Aires y la capital fueguina, y eso hizo que cambie la logística y se incremente la cantidad de camiones que tenemos en la ruta o que vemos estacionados en Ushuaia”.

Hasta fines de 2020 había en vigencia un servicio prácticamente semanal de buques que operaba en Ushuaia, más allá del cuello de botella y las habituales demoras de entrega de cargas en el puerto de Buenos Aires.

Los contenedores que ingresaban vía marítima en el buque sacado de circulación, ahora tienen que obligadamente entrar por camión. Y si el importador no tiene ese mayor costo dentro de su presupuesto, debe optar por esperar entre 90 y 120 días para que en Buenos Aires puedan brindarle el transporte de esa carga en un siguiente buque.

Según explicó el directivo, “esto hace que la industria genere una compra excedente de lo que necesita para poder tener un stock, en virtud de la poca respuesta inmediata en los únicos barcos de cabotaje, que ahora está viniendo uno solo”.

Loreto vinculó la medida de desafectar un barco “a una decisión totalmente privada por cuestiones contractuales o algún otro beneficio que desconozco”. Lo cierto es que, según su análisis, “ha dejado un caos en el sistema marítimo de cabotaje de Buenos Aires a Ushuaia, esa es la realidad”.

Todas estas cosas que hacen estas empresas, estos cambios de sacar un buque y llevarlo para otro lado porque les conviene más o porque le pagan en dólares, eso nos perjudica a nosotros como provincia industrial que somos”, lamentó Darío Loreto.

A toda esta problemática, le sumó el inconveniente de la circulación de camiones por la ruta 3 entre Río Grande y Ushuaia, “partiendo de la base que estás en una ruta en una zona montañosa y no tenés la tercera vía de subida, para que no genere ese atascamiento en el tránsito, después de eso, lo que te imagines” indicó.

Se calcula que la pérdida de tiempo que tiene un chófer en cada una de las cuatro aduanas, en las dos fronteras, hoy en día está en un promedio de cuatro a cinco horas esperando en cada una.

Fuente: Calidadtdf