Las empresas cerealeras, en un acuerdo con el futuro ministro de Economía, Luis Caputo, se comprometieron a anticipar la liquidación de exportaciones por un total de US$5.000 millones durante los primeros días del nuevo gobierno.

Este movimiento financiero, clave para la economía argentina, se desglosa en dos partes principales: US$2.500 millones provendrán de exportaciones de trigo, y una cifra similar será por concepto de prefinanciación de exportaciones. 

Sin embargo, la tasa de cambio para esta liquidación aún no está definida, creando incertidumbre en el mercado. Actualmente, el dólar para exportadores ronda los $600, estableciéndose como el piso potencial para estas transacciones.

Fernando Marull, reconocido economista, expresó su preocupación al respecto, señalando que mantener un dólar oficial bajo implicaría la continuación del cepo cambiario y podría obstaculizar la compra de reservas genuinas por parte del Banco Central.

Según Marull, esto representaría un riesgo para el programa de estabilización económica del país. Añadió que, aunque se podría fortalecer con financiamiento de entre US$10.000 millones y US$15.000 millones, la percepción de un dólar “barato” inicia el programa en una posición frágil.

Marull también evaluó el plan de Caputo, proyectando inicialmente un dólar oficial a $800 con una brecha menor, cerca del 25%. Sin embargo, el enfoque de Caputo apuntaría a un inicio con $650, lo que implicaría una mayor brecha y dificultades para el Banco Central en términos de adquisición de divisas. 

Esta medida busca proporcionar un soporte monetario inmediato al Gobierno de Milei, en un momento donde el acceso a financiamiento externo, incluyendo desembolsos del FMI, no se vislumbra en el corto plazo.