Anteriormente estaban definidos dos umbrales establecidos, el primero obligaba a un dispositivo de selectividad cuando en las zonas de pesca de langostino se excedía cierto nivel de captura de merluza y el segundo implicaba el cierre de la zona de pesca. A partir de la última disposición del Consejo Federal Pesquero queda vigente solo el último criterio, es decir, se elimina el umbral de criterio de selectividad y se procederá directamente al cierre de la zona de pesca.
El Consejo Federal Pesquero argumenta que los criterios de selectividad que estaban vigentes “dejan escapar una proporción demasiado alta del langostino más grande y rentable, llamado comercialmente L1. Entre un 25% y un 70%. Sumado ello a las dificultades operativas del uso de las grillas en las redes: el uso de estos dispositivos ha sido siempre, desde hace 20 años, muy impopular entre los pescadores, y, en general, solo se han llevado a bordo para satisfacer la mirada de alguna inspección y no para usarlos” En segundo lugar, explican que no hay consensos y aun están en discusión las técnicas de selectividad, dicho proceso cuenta con la participación de la FAO, de investigadores, pescadores y empresarios. Agregan que este año de menor esfuerzo pesquero a causa de la pandemia “brinda la posibilidad de definir con anticipación reglas de control de la captura, o “plan de contingencia” según lo expresado en el Plan de Manejo de langostino, que establezcan criterios de manejo en caso de reducción alarmante de la abundancia del recurso”
“Desde CeDePesca siempre hemos afirmado que la existencia de normas incumplibles, solo sirve para incentivar prácticas distorsionadas. Con esta modificación de la normativa no cambia nada en el agua, pero establece una oportunidad para desarrollar alguna técnica selectiva que cuente con el consenso de los pescadores y que minimice la captura incidental y el descarte en forma real y no ficticia” explica la comunicación compartida por CeDePesca.
Agregan que “ Si bien el “plan de contingencia”, aún indefinido, parecería basarse en porcentajes de captura actuales con relación a volúmenes de captura anteriores, este criterio es a todas luces erróneo: una menor captura puede deberse a factores extra biológicos (una pandemia, una huelga) y ello definiría erróneamente el disparo de medidas de restricción; y a la inversa, una captura similar a la anterior puede deberse a un incremento del esfuerzo y ser motivo de sobrepesca. Es por ello que, junto a las empresas asociadas en el Proyecto de Mejora de la Pesquería, venimos propugnando la elección de un indicador de abundancia del recurso que sirva como disparador de las medidas de contingencia cuando desciende de un cierto nivel definido como crítico.
Como siempre, CeDePesca reitera su voluntad de colaboración con las autoridades, investigadores, pescadores y empresarios para lograr que la pesquería de langostino satisfaga los estándares más exigentes de sustentabilidad, y mantenga y mejore su posición de fuente de empleos y generadora de divisas para el país” .