Reproducimos un editorial de la revista Rieles, dirigida por el colega Sergio Rojas, en alusión al dia del trabajador ferroviario que se recuerda hoy 1  de Marzo de 2024.

Hoy, cuando se festeja el día del trabajador ferroviario, estamos atravesando nuevamente una situación muy compleja no solo a nivel de nuestro país, sino que además en lo directamente relacionado a nuestro sistema ferroviario.

Se está viviendo una incertidumbre en donde a ciencia cierta no se sabe hacia donde se encaminará el futuro del sistema ferroviario tal como lo conocemos hoy, desde que pasara con las empresas ferroviarias y cuál será el destino real de todo el conjunto de los trabajadores ferroviarios, los cuales muchos temen que se viva una década del 90´s, pero mucho más compleja.

Ante esta situación hoy más que nunca el SECTOR FERROVIARIO TIENE QUE ESTAR UNIDO, los trabajadores en su conjunto, las empresas industriales y de servicios (las cuales hoy día están siendo afectadas en forma directa) y los Sindicatos; todos tenemos que entender que sin unidad se puede avasallar y romper. Por tal razón es hora de que el sector se una y trabaje en forma mancomunada en defensa del sistema ferroviario.

Yo doy un ejemplo de vida, el cual creo que sirve para entender hacia donde debemos ir; en mi caso particular remarco el amor y la pasión que mi padre le brindaba a su trabajo cada día en la Línea Sarmiento (Talleres Liniers), mi padre se hizo ferroviario trabajando por más de 30 años en donde su profesión lo marco para toda su vida. El me trasmitió el SER FERROVIARIO porque él vivía su profesión como un culto, y es así como también le trasmití a mis hijos (Ferroviarios) el mismo sentimiento que mi padre lo hizo conmigo.

Por eso afirmare por siempre que Ser Ferroviario no es un trabajo, es una forma de vivir, de trabajar, de respetar los cimientos de la familia, de tener código y ética; hoy más que nunca en donde la coyuntura de nuestro país está atravesando una compleja situación y en donde está en juego el futuro de nuestro sistema ferroviario, reafirmo que el SER FERROVIARIO no es una profesión es una RAZA y como tal tenemos que defenderla en todo sentido.

Un poco de Historia

En 1947, la denominada Ley Mitre, de 1907, estaba próxima a vencer y eso significaba que caducarían las franquicias nacionales, provinciales y municipales para los ferrocarriles ingleses en nuestro país. Desde el 1º de enero, deberían someterse a los mismos compromisos que cualquier otra industria extranjera radicada en la Argentina, abonando derechos de aduana y portuarios, impuestos a la renta, contribuciones territoriales y municipales.

La aspiración de los británicos era la creación de una empresa mixta que les permitiera conservar una parte de la propiedad. Ya en 1917 los ferroviarios habían propuesto la nacionalización como una garantía para el progreso del país, en 1938 habían exigido la nacionalización del Ferrocarril Central de Córdoba y en 1942, La Fraternidad había sugerido que el Estado adquiriera los ferrocarriles.

La compra de los ferrocarriles significaba terminar con el drenaje de divisas que era multimillonario, recuperar el dominio de las tarifas y del trazado de los ramales lo que permitiría estimular actividades para lograr desarrollos regionales más equilibrados. Era revertir la política de ahogo de la economía de la que había hablado Scalabrini Ortiz llamándole “telaraña metálica”.

En diciembre de 1946 comenzaron las negociaciones en el despacho presidencial en donde, ante la pregunta de Miranda acerca de cuál era el valor en pesos de los ferrocarriles, los ingleses contestaron que era diez mil millones de pesos. Miranda ofreció mil millones y los británicos se retiraron ofendidos.

Después de meses, el precio quedó fijado en 2.029 millones de pesos que se pagarían con disponibilidades de fondos argentinos existentes en Estados Unidos y, si no se mantenía la convertibilidad de la libra, el pago sería en especies.

Al declarar la inconvertibilidad de la libra esterlina, se pudo pagar con trigo. El pago total fue de 676 millones que se obtuvieron de la venta de una mínima parte de los bienes raíces que eran parte de los bienes del ferrocarril.

Reunidos frente a la Plaza Retiro, el 1º de marzo de 1948 miles de obreros llenos de emoción gritaban :¡YA SON NUESTROS! y esperaban escuchar la palabra del Presidente Juan Domingo Perón, el cual no pudo estar presente por encontrarse internado. En el acto estuvieron presentes el secretario general de la CGT, José Espejo; los representantes de la Unión Ferroviaria, Juan Rodríguez y de La Fraternidad, Alberto Sívori, y el Ministro de Obras Públicas, general Juan Pistarini.

Feliz día del Ferroviario

Sergio Rojas, Editorial Rieles