Después de más de una década de prohibición, el Riachuelo vuelve a ser navegable, marcando un gran avance en los esfuerzos de recuperación ambiental.
El viernes pasado, un catamarán realizó su primer viaje, conectando Puerto Madero con La Boca, en lo que representa el cierre de un largo periodo de inactividad.
Este avance es el resultado del arduo trabajo de la Autoridad de Cuenca Matanza Riachuelo (Acumar), que ha liderado operativos de limpieza en el borde costero y el lecho del río. Las tareas incluyen recolección de residuos, desinfección, desmalezamiento, y fumigación, logrando un entorno más seguro y limpio para la navegación.
El recorrido turístico en catamarán, que dura 40 minutos, parte del muelle de Cecilia Grierson 400 en Puerto Madero y llega hasta La Boca. Este desarrollo se enmarca en un proceso de recuperación ambiental que inició en 2006 con la creación de Acumar, recibiendo un impulso significativo en 2008 tras la sentencia de la Corte Suprema que exigió un plan de saneamiento integral.
“Esta ampliación del tramo navegable es una continuidad del proceso de recuperación ambiental del río,” comentaron representantes de Acumar. “Esperamos que esta iniciativa no solo fomente el turismo, sino que también impulse el desarrollo económico y cultural de la zona.”
El estudio de factibilidad realizado por el Centro de Estudio para el Desarrollo Portuario Logístico Avanzado (CEDPLA) concluyó que pequeñas embarcaciones con capacidad para 15-20 pasajeros pueden navegar entre Vuelta de Rocha y el Puente Barraca Peña.
Las salidas del catamarán están programadas todos los días a las 10:10, 11:50, 13:30, 15:10, y 16:50 horas, con audio en español, inglés y portugués. La tarifa inaugural es de 20.000 pesos para adultos y 8.000 para niños de 3 a 5 años.
Durante el viaje de inauguración, Jorge Macri, jefe de Gobierno porteño, destacó el impacto positivo que este nuevo circuito tendrá en el turismo de Buenos Aires: “Con esta propuesta, revalorizamos La Boca, uno de los barrios más icónicos de la ciudad.”
El próximo 8 de agosto, una audiencia pública en el Museo Benito Quinquela Martín discutirá la posible extensión del tramo navegable hasta el puente Barraca Peña, agregando 1.500 metros al recorrido. La audiencia será tanto presencial como virtual, comenzando a las 10:00 horas.
Aunque el fallo que permitió esta navegación estipula que las embarcaciones deben cumplir con las regulaciones de Acumar, algunas ONGs han expresado preocupación por la posibilidad de una navegación más extensa que podría afectar negativamente la calidad del agua.
“La idea de navegar el Riachuelo es rechazable mientras persista la contaminación,” expresó Raúl Estrada Oyuela, presidente de la Academia Argentina de Ciencias Del Ambiente. Por su parte, Andrés Nápoli, director ejecutivo de la Fundación Ambiente y Recursos Naturales (FARN), opinó que esta iniciativa podría abrir camino a intereses comerciales más grandes.
La recuperación del Riachuelo y su reactivación como vía navegable representan un paso crucial en la revitalización de una zona histórica, a la vez que plantean desafíos que demandan un equilibrio entre desarrollo y sostenibilidad ambiental.