“El RIGI es un régimen de incentivo a la inversión extranjera nueva y de desincentivo a la industria y a la producción local” afirmó José Ignacio de Mendiguren, en GlobalPorts Economía.

Por Violeta García

El “Vasco” José Ignacio de Mendiguren, ex Secretario de Industria y Desarrollo Productivo, ex Diputado Nacional y ex Presidente de la UIA, quien participó en el ciclo GlobalPorts Economía, que se transmite por el canal de YouTube de GlobalPorts, se manifestó en contra del Régimen de Incentivo a las Grandes Inversiones (RIGI) que forma parte del proyecto de Ley Bases, discutido en el Senado y que ya cuenta con media sanción de Diputados.

En conversación con Diego Bercholc, el ex Secretario de Industria y Desarrollo Productivo, dejó fuertes definiciones sobre el Régimen de Incentivo a las Grandes Inversiones de la Ley Bases: “estoy de acuerdo con promover la inversión pero creo que este régimen es absolutamente pernicioso para el desarrollo nacional… Esta ley entrega nuestros recursos e hipoteca nuestro desarrollo por 30 años”  

Diego Bercholc y  José Ignacio de Mendiguren

En la introducción al programa, Diego Bercholc, afirmó que la aprobación del RIGI pasó a ser de vital importancia desde la visión del gobierno, fundamentalmente para destrabar inversiones extranjeras en proyectos vinculados al cobre, el hidrógeno y el gas licuado, lo cual le permitiría al gobierno un ingreso de dólares que calme la incertidumbre en relación al levantamiento del cepo cambiario, así como intentar un rebote de la economía por el lado de la inversión, teniendo en cuenta el derrumbe del consumo y del gasto público. 

En ese sentido, Bercholc destacó los últimos datos del INDEC, que reflejaron una caída de la producción industrial del 21% interanual a marzo y una caída del 42% de la construcción también a marzo.

El Régimen de Incentivo a las Grandes Inversiones del proyecto de Ley Bases consiste en una serie de incentivos en materia tributaria, aduanera y cambiaria y estabilidad jurídica de esas condiciones en un plazo de 30 años, para atraer grandes inversiones que superen los u$s200 millones y que puedan entrar en una ventana corta de los próximos dos años. Entre los principales beneficios se destacan:

  • Beneficios impositivos: Reducción de la alícuota del impuesto a las ganancias, Reducción de la alícuota de ganancias sobre dividendos y utilidades.Devolución acelerada de saldos de IVA. Amortización acelerada de bienes muebles e infraestructura.
  • Beneficios cambiarios: Libre disponibilidad del 100% de las divisas generadas por exportaciones desde el tercer año del proyecto.
  • Beneficios aduaneros: Eliminación de derechos de exportación a partir del año 3. Eliminación de aranceles a la importación de bienes de capital, insumos, partes y repuestos a ser utilizados para la ejecución de esos proyectos. Libre importación de bienes para el proyecto, no admitiéndose ningún tipo de restricción regulatoria, ni cupos, ni cuotas, ni precios oficiales, ni prioridades de abastecimiento, ni obligación de comprar bienes nacionales o contratar proveedores nacionales.
  • Estabilidad impositiva aduanera y cambiaria durante 30 años: No se pueden alterar las condiciones, ni las alícuotas, ni eliminar exenciones, ni se les aplican nuevos impuestos. Las provincias no pueden emitir nuevos gravámenes, salvo tasas por servicios efectivamente prestados. Jurisdicción internacional en tribunales arbitrales si hubiera controversias respecto a los contratos firmados al amparo del RIGI.

De Mendiguren, destacó que “El RIGI es un régimen de incentivo a la inversión extranjera nueva y de desincentivo a la industria y a la producción local”, dado que, a su entender, crea una desigualdad entre los proyectos beneficiados por el régimen y las muchas PyMEs proveedoras locales de la industria de la minería y de la energía que hoy tienen que pagar impuestos, ganancias o aranceles. 

“¿Qué dice esta ley? Primero que si vos traes una inversión de más de 200 millones de dólares, podés gozar de un régimen que por 30 años te baja el impuesto a las ganancias y toda la carga tributaria, a partir del tercer año te da libre disponibilidad de todas las divisas que generes, no pagás ningún derecho cuando exportás y también te permite arancel cero para importar todos los bienes de capital, los repuestos, los accesorios. Pero además te permite que esos bienes sean usados y ni siquiera te genera obligaciones con la utilización y el destino. Es decir que hasta los podrían revender. Y finalmente te permite cero contratación nacional para los bienes de capital, cero incorporación de tecnología nacional a sus productos.” afirmó el “Vasco” José Ignacio de Mendiguren.

En la misma línea, el también ex Diputado Nacional y ex Presidente de la UIA, destacó las oportunidades que tiene Argentina para apalancarse en sus recursos naturales pero no solo para atraer inversiones sino para generar un proceso de desarrollo nacional: “hoy a los ojos del mundo Argentina es un Activo Público Global porque tiene en abundancia los recursos naturales que el mundo necesita: la segunda reserva de gas no convencional, la cuarta de petróleo no convencional, el triángulo de litio, el cobre, el hidrógeno, la energía eólica… El problema es qué hacemos con esos recursos y cuál es el proyecto de desarrollo. El RIGI en vez de utilizar esos recursos para dar un salto al desarrollo nacional, nos hipoteca por 30 años y los entrega para que el mundo los elabore.” Al tiempo que ejemplificó: “Gas también tiene Nigeria, pero todo el gas se exporta y a los nigerianos no les queda nada. ¿Queremos eso o queremos, a través de nuestra ventaja comparativa con el gas, tener el polo petroquímico más importante del hemisferio sur y tener la planta de fertilizantes más competitiva del mundo? ¿Queremos que el litio se lo lleve Elon Musk sin elaborar o queremos desarrollar la tecnología de acumuladores para la energía? Este es el debate de fondo. Y en esta ley el gobierno quiere ser Nigeria.”

Finalmente, De Mendiguren abogó por una postura más firme en la negociación de las condiciones con las grandes empresas inversoras extranjeras para la explotación de los proyectos que vendrían, sobre todo en energía y minería: “Dicen que Argentina tiene que dar todo para que las inversiones vengan, pero esto es canallesco. Hoy el que tiene el poder en estos sectores estratégicos es Argentina, porque el litio está acá, el cobre está acá, el gas está acá, las proteínas están acá… El tema es si queremos ser propietarios de esos recursos y desde esa fortaleza negociar un plan de desarrollo nacional, o si queremos ser inquilinos de esos recursos, es decir, que vengan las inversiones extranjeras y se los lleven sin dejar nada en el país.”

La posición crítica de José Ignacio de Mendiguren hacia el Régimen de Incentivo a las Grandes Inversiones (RIGI) resalta una preocupación fundamental sobre el impacto de estas políticas en la soberanía económica y el desarrollo industrial de Argentina. Aunque el objetivo de atraer inversiones extranjeras es claro, el ex Secretario enfatiza la necesidad de asegurar que estas no socaven la industria local ni comprometan los recursos nacionales a largo plazo. 

Este debate sobre el RIGI no solo afecta la estructura tributaria y regulatoria del país, sino que también plantea preguntas más profundas sobre el modelo de desarrollo económico que Argentina desea seguir. En este momento crítico, las decisiones tomadas podrían definir la trayectoria económica del país para las próximas décadas, haciendo esencial una evaluación cuidadosa y una negociación estratégica para proteger y potenciar los intereses nacionales.