A través de la resolución 108/2024, publicada este jueves en el Boletín Oficial, la Secretaría informó de la derogación de siete reglamentos técnicos con el objetivo de desburocratizar y, con ello, reducir los costos y tiempos para importar y comercializar bienes y productos.
Desde el Gobierno, reconocen que los reglamentos técnicos son documentos normativos que establecen requisitos obligatorios sobre calidad, seguridad, diseño, proceso de producción e identificación. Sin embargo, aseguran que los reglamentos derogados eran «excesivos» y representaban barreras innecesarias al comercio sin contribuir significativamente a la seguridad y salubridad de los consumidores.
La Secretaría de Comercio e Industria, bajo la dirección de Pablo Lavigne, expresaron que los reglamentos: «Representaban barreras innecesarias al comercio y no contribuían a un propósito de resguardo para la seguridad y salubridad de los consumidores», destacaron en el comunicado oficial. Además, aseguraron que la eliminación de estos reglamentos no solo mejorará la competitividad de las empresas, sino que también incrementará la oferta de productos disponibles para los consumidores.
Uno de los reglamentos derogados es el de productos gráficos, que abarcaba bienes impresos como libros, agendas, etiquetas y manuales. Este reglamento, vigente desde 2010, exigía que los productos fabricados o importados no contuvieran plomo en la tinta, un requisito que implicaba un costo de certificación de más de USD 2.500 por trámite. «La industria ya no trabaja con este tipo de tinta conforme a los estándares estipulados internacionalmente«, explicaron.
Además de los productos gráficos, se derogaron reglamentos correspondientes a útiles escolares, etiquetado de eficiencia energética en balastos, tubos flexibles de aluminio, tintas, lacas y barnices, y sanitarios.
Estas decisiones están en línea con las recientes declaraciones de Pablo Lavigne durante su participación en la conferencia de AmCham Trade & Invest, donde enfatizó su intención de que la Secretaría de Comercio «pase a la intrascendencia total». Lavigne reveló que a mediados de este año (junio/julio) se definirá cuáles normas seguirán vigentes, tras una revisión individual de cada una, tanto para el comercio interior como exterior.
Esta medida complementa las recientes iniciativas del Gobierno para reducir la inflación, como la otorgación de beneficios impositivos a productos de la canasta básica y medicamentos producidos en el exterior. Además, sigue a una decisión previa de la Secretaría para simplificar las importaciones temporales de empresas exportadoras, extendiendo la validez del certificado de importación temporaria (CTIT) de 5 a 10 años, permitiendo así que las empresas importen insumos necesarios sin pagar derechos de importación, siempre que integren estos insumos en productos terminados para la exportación.