Un destacado transportista de diésel estadounidense, el buque Green Sky, por primera vez desde 2020, ha optado por navegar alrededor de la punta de Sudamérica para llegar a Chile, según informes de la Agencia Bloomberg. La situación crítica en el Canal de Panamá, agravada por una severa sequía, está alterando significativamente las rutas comerciales marítimas. 

El buque Green Sky, transportando diésel ultra bajo en azufre desde la terminal Clifton Ridge de Citgo Petroleum Corp. en Luisiana, ha modificado su curso habitual. Evitando el Canal de Panamá, el buque ahora se dirige por la costa oriental de Sudamérica hacia el Estrecho de Magallanes, rumbo a Valparaíso, Chile. Este cambio de ruta marca el primer viaje de este tipo para una carga de diésel de la Costa del Golfo desde 2020, como indica Kpler, una agencia de seguimiento de buques.

Este desvío prolongará el viaje aproximadamente una semana más de lo habitual, en un contexto donde las tarifas de flete están cerca de sus máximos históricos. 

El coste de transportar combustible desde la costa estadounidense del Golfo de México hasta Chile ha alcanzado un récord de US$4,6 millones por cargamento a finales de noviembre, según Argus Media. Esto representa más del doble del coste a principios de año.

La causa principal de esta situación es la histórica sequía que ha reducido los niveles de agua en el Canal de Panamá, llevando a las autoridades a restringir el tráfico marítimo y generar extensos retrasos. Aunque los cargamentos de diésel de la Costa del Golfo de EE.UU. han optado en el pasado por rutas alternativas, como el desvío a través del Atlántico hacia Europa, la actual restricción del canal supone un desafío más prolongado y complejo.

El aumento en las tarifas de flete no solo afecta las rutas hacia Sudamérica. Según Clarksons Securities, la ruta del Golfo de Estados Unidos al noroeste de Europa también ha experimentado un incremento significativo, llegando a US$42.558 diarios, la tarifa más alta desde agosto del año pasado. Esta situación se ve agravada por la limitada disponibilidad de buques en el Golfo de EE.UU.

Los problemas en el Canal de Panamá no solo restringen la llegada de buques vacíos desde el Pacífico a los mercados atlánticos, sino que también pueden interrumpir el comercio hacia la costa oeste de América Latina, tal como señala Richard Matthews, director de EA Gibson Shipbrokers.

El administrador del Canal de Panamá, Ricaurte Vásquez Morales, ha advertido que no se esperan mejoras inmediatas en las condiciones de sequía. Se prevé que las restricciones en el tráfico de embarcaciones continúen hasta 2024, lo que podría tener consecuencias significativas en el transporte marítimo y las cadenas de suministro globales.

El empeoramiento de la situación en el Canal de Panamá resalta la fragilidad de las rutas comerciales marítimas frente a cambios climáticos y desafíos ambientales. Mientras el mundo se adapta a estas nuevas realidades, el comercio internacional podría enfrentar más cambios y desafíos en los próximos años.

Fuente: Bloomberg, Kpler, Argus Media, Clarksons Securities