El Gobierno nacional, a través de un decreto firmado por el presidente, Alberto Fernández, declaró el «Estado de Emergencia Hídrica» por 180 días en la región de la cuenca del río Paraná que afecta las provincias de Formosa, Chaco, Corrientes, Santa Fe, Entre Ríos, Misiones y Buenos Aires, a raíz del impacto y las consecuencias que está generando la bajante histórica más importante de los últimos 77 años en la cuenta hídrica de los ríos Paraná, Paraguay e Iguazú.

La declaración de la Emergencia Hídrica faculta al jefe de Gabinete de Ministros, en su carácter de presidente del Consejo Nacional para la Gestión Integral del Riesgo y la Protección Civil, a delimitar las áreas afectadas por la emergencia. De igual modo, se instruye a diferentes áreas del Gobierno a adoptar medidas para mitigar las consecuencias de la grave situación que genera la bajante.


Los ministerios de Desarrollo Productivo y de Trabajo, Empleo y Seguridad Social establecerán las acciones pertinentes para la preservación de la actividad productiva y puestos de trabajo; Obras Públicas dispondrá y monitoreará la realización de obras de infraestructura; Seguridad, a través del Sistema Nacional de Alerta Temprana y Monitoreo de Emergencias (Siname), planificará las medidas de apoyo y toma de decisiones, y por intermedio del Sistema Nacional para la Gestión Integral del Riesgo (Sinagir), asistirá las poblaciones ribereñas; en esa línea, Ambiente y Desarrollo Sustentable mantendrá el control de incendios.

En tanto, el Ministerio de Transporte observará las posibilidades de navegación y acceso a puertos; el Instituto Nacional del Agua brindará sus servicios técnicos con relación a la emergencia; la Secretaría de Energía asegurará el abastecimiento de energía eléctrica y el Ministerio del Interior se encargará de la coordinación con las provincias afectadas.

Por su parte, el Banco Nación y la AFIP dispondrán la asistencia en materia crediticia e impositiva, respectivamente. Asimismo, se define la suspensión de plazos administrativos en las regiones afectadas. Cabe recordar que, anteriormente, el Gobierno ya había dispuesto la conformación de un Comité de Crisis permanente en el ámbito de Sinagir, encabezado por el propio jefe de Gabinete, Santiago Cafiero, para monitorear la bajante del río Paraná, y además se resolvió la creación de un Fondo de Emergencia Hídrica de 1.000 millones de pesos para la asistencia de las provincias y localidades afectadas.

La mesa de trabajo de ese Comité le asignó al Sinagir, cuya Secretaría Ejecutiva depende del Ministerio de Seguridad de la Nación, la responsabilidad de centralizar la información técnica oficial, la realización de un análisis integral de la situación y el monitoreo en forma permanente de todos los aspectos que derivan de esta bajante a través del Siname. De esta manera, se conforman mapas dinámicos de riesgo que permiten planificar con mayor eficiencia las acciones de apoyo y mitigación federal y la toma de decisiones.

El Ministerio de Obras Públicas, a través del Fondo de Emergencia Hídrica, mediante la inversión de 1.000 millones de pesos, destinará los recursos para trabajos en las tomas de agua sobre el río Paraná y arroyos interiores; la adquisición de bombas y dragados para tomas de agua, adecuación de canales, cañerías de conducción y aducción e impulso, y pontones para tomas temporarias, cuyo relevamiento está haciendo la Prefectura Naval Argentina.

Además, se puso en marcha un programa de Emergencia Hídrica que prevé verificar situaciones críticas que se produzcan en el territorio argentino a lo largo de los ríos Paraná, Iguazú y Paraguay, especialmente asociadas al abastecimiento de agua potable y generación de energía eléctrica.

El Ministerio de Ambiente y Desarrollo Sostenible incrementó la presencia de brigadas y medios aéreos e instalación de sistema de cámaras de detección temprana de humo y calor, debido a que los incendios forestales y de pastizales en la zona del Delta se reproducen en invierno sólo cuando hay bajantes históricas. Asimismo, implementó el monitoreo permanente de las cianobacterias, debido a que su aumento está directamente relacionado con la bajante y el trabajo articulado con todas las empresas de obtención y distribución de agua corriente para garantizar su potabilidad. También se realizan trabajos con todas las empresas que tratan residuos peligrosos, para evitar que las bajantes impongan falencias en el proceso de tratamiento de esos residuos y los vuelquen a los ríos de la cuenca.

El Ministerio de Seguridad diseñó un plan de apoyo para fortalecer el funcionamiento de los potenciales puestos de comando y Centros Operativos de Emergencias en las principales zonas afectadas y que comprende la coordinación con las FFSS para asistencia y logística en la provisión y el traslado de equipos y atención de emergencias en terreno.