El viento del Este volvió irrespirable el aire de la ciudad de Rosario, la contaminación a nivel local es intensa.

Los incendios al otro lado del río empezaron a hacerse sentir, este domingo recrudeció la contaminación en Rosario por el humo de las islas. De esta forma, las consecuencias de la propagación del fuego en el Delta del Paraná se hicieron tan palpables como en los peores días desde que comenzó la crisis ambiental en 2020.

El pronóstico anunciaba neblinas desde temprano. Sin embargo, lo peor de la mañana fue el olor a quemado que invadió la ciudad mucho más allá de la costanera.

El aire se volvió irrespirable y muchas personas se encontraron con una escena desagradable cuando salieron a sus balcones o se asomaron a la calle. A la tarde, el intendente Pablo Javkin pidió que la Justicia “actúe y ponga gente presa” por las quemas.

Una vez más, Rosario quedó a merced de los incendios en jurisdicción de la provincia de Entre Ríos sin solución a la vista. El sol y el cielo quedaron empañados por el humo y abajo era imposible evitar el efecto de la contaminación a la hora de respirar, incluso dentro de las viviendas.

Hace casi un mes se registró una lluvia de cenizas sobre la ciudad como consecuencia del avance de las llamas por el humedal del Delta del Paraná. En esta oportunidad, el viento desde el este ensució el aire y se repitieron los problemas que generaron días atrás los focos ígneos frente a San Nicolás y San Pedro.

Sin solución de fondo a la vista más allá del trabajo arduo de brigadistas en las islas, la bajante del río complica la tarea para apagar el fuego. Desde mediados de junio, el nivel cayó de manera sostenida y se redujo casi un metro y medio hasta llegar a 77 centímetros este domingo.