En un comunicado emitido por la Federación de Empresas Navieras Argentinas (F.E.N.A.), se expresa una creciente preocupación debido al impacto del reciente Decreto 377/23 en la ecuación económica-financiera de las empresas armadoras argentinas. 

Redacción Globalports

Según el comunicado, este decreto ha generado un nuevo empeoramiento de la situación, lo que podría llevar a la suspensión de la operatoria de buques y artefactos navales en el país.

El principal punto de preocupación para la F.E.N.A. es el Impuesto para una Argentina Inclusiva y Solidaria (PAÍS), que se aplica actualmente a la marina mercante. Este impuesto implica un aumento directo del 7,5% en la importación de bienes y del 25% en la importación de servicios. Además, se resalta en el comunicado, que esto no toma en consideración los costos de financiación, los cuales hasta la fecha eran asumidos por los armadores en función de los plazos de pago autorizados.

Ante esta situación, la Federación de Empresas Navieras Argentinas ha solicitado una audiencia al Ministro de Economía, Sergio Massa, con el fin de adoptar medidas inmediatas para corregir el impacto negativo del decreto. 

En caso de no lograr una solución adecuada, se advierte que la operatoria de los buques y artefactos navales afectados deberá ser suspendida en un corto plazo.

Las medidas impuestas por el Decreto 377/2023 representan aproximadamente un 10% de incremento en los costos operativos de las empresas navieras, lo que afecta gravemente su competitividad. 

La F.E.N.A. destaca que esta desigualdad en la alícuota de impuesto PAÍS con respecto a las empresas extranjeras conlleva una situación de desventaja competitiva y pone en riesgo la continuidad de la operatoria de las empresas armadoras nacionales.

La F.E.N.A resalta que los buques operados por empresas asociadas a las Cámaras que la integran, cumplen un papel fundamental en el transporte de combustible tanto para el mercado interno como para las usinas eléctricas, y también transportan insumos y fertilizantes cruciales para el sector agropecuario. La posible paralización de estas actividades podría acarrear un peligro concreto de desabastecimiento en un plazo breve.

Además de las consecuencias en el ámbito logístico y de abastecimiento, la suspensión de operaciones también tendría un impacto negativo en el empleo y en las divisas para el país. La Federación de Empresas Navieras Argentinas advierte que las empresas extranjeras tomarían el lugar de las empresas argentinas afectadas, llevándose los servicios al exterior y repercutiendo en la pérdida de fuentes laborales y en menores ingresos para el país.

En este contexto, la F.E.N.A. insta en su comunicado, a una pronta solución que considere las particularidades del sector marítimo y que permita asegurar la continuidad de la operatoria de los buques y artefactos navales en el país, garantizando así la provisión de bienes, el normal funcionamiento de la industria y el sostenimiento de empleo y divisas para Argentina.