Se presentaron los libros «La hora del canal Magdalena», «Canal Buenos Aires, el eslabón perdido» y «Canal Martín Irigoyen, hacia una nueva vía navegable»
Llegó el gran día. Por primera vez el estratégico sector del transporte fluvial y marítimo tuvo su espacio y momento en la 46 Feria Internacional del Libro de Buenos Aires, que es considerada como el evento cultural más importante del mundo de habla hispana.
Con una notable concurrencia, la Sala Victoria Ocampo, una de las más amplias del predio, recibió al escritor Agustin Barletti para presentar la trilogía de su autoría compuesta por los libros «La hora del canal Magdalena«, «Canal Buenos Aires, el eslabón perdido» y «Canal Martín Irigoyen», hacia una nueva vía navegable». Estas obras apuntan a cambiar el sistema de navegación por donde se exporta casi el 90% de la producción argentina.
Entre los asistentes, se destacó la presencia de José Beni y Patricio Hogan, interventor y sub interventor respectivamente de la Administración General de Puertos (AGP) hoy a cargo del mantenimiento de la Vía de Navegación Troncal. También participaron el ex subsecretario de Puertos y Vías Navegables de la Nación, Horacio Tettamanti, junto a empresarios, representantes de cámaras, autoridades portuarias, y gremialistas del rubro transporte e industria naval.
Tras las palabras iniciales de Ariel Armero, titular de Globalports, editorial a cargo de la publicación de los libros, la presentación estuvo a cargo del economista Nicolás Soldatich, quien destacó la importancia del debate que se abrió con estas tres obras.
«En un tema que suele ser árido por su contenido técnico, Agustín logró una redacción amena que lo acerca al público en general. No hace falta ser un técnico ni tener un conocimiento específico sobre la materia para entender la importancia del mensaje que transmite en sus libros», resaltó Soldatich.
Al cierre, el autor expuso sobre los tres libros con documentación e imágenes.
«Todo comenzó con una pregunta: ¿Por qué en el año 1903 el gobierno bonaerense había mandado a abrir a pico y pala un canal artificial de casi 16 kilómetros de largo para unir el polo productivo de Zárate y Campana con el río Paraná Guazú?
Desde ese interrogante comencé a investigar y allí entendí que se había hecho para que el polo industrial de Zárate y Campana, situado sobre el Paraná de las Palmas, se vinculara con lo que por entonces era la principal vía de navegación que corría por el río Paraná Guazú», destacó Barletti en su presentación.
Todo esto se explica, en el libro «Canal Irigoyen, hacia una nueva vía navegable», el último de una serie de tres libros, donde se propone una opción diferente a la actual para la salida de la producción argentina al mundo. Los libros se basan en un sólido trabajo de investigación, y abarcan temáticas como historia, geopolítica, infraestructura logística, ingeniería y medio ambiente.
«El Canal Emilio Mitre es joven comparado con la histórica traza que durante 250 años utilizó el río Paraná Guazú. El Mitre, se explica en las obras, se habilitó en 1977 con errada concepción, y asentado en un hipotético conflicto limítrofe con Uruguay ya resuelto en 1973 por el Tratado del Río de la Plata y su Frente Marítimo», señaló Barletti.
De la cartografía acompañada en esta trilogía, se refleja que el río Paraná se bifurca en el kilómetro 231. Un 77% de su caudal se dirige al Paraná Guazú que es su afluente principal, y solo un 23% a la vía secundaria del Paraná de las Palmas por dónde pasa el Canal Emilio Mitre.
«La propuesta de estos tres libros es volver a un sistema troncal de navegación que respete los caudales naturales y haga mínima la intervención con tareas de dragado. El mismo pasa por el Paraná Guazú Talavera, Canal Buenos Aires, Río de la Plata y Canal Magdalena, junto a la ampliación en ancho de solera y la profundización del Canal Coronel Martín Irigoyen a efectos de potenciar el polo de Zárate y Campana. Si se piensa en una ruta de navegación para el próximo cuarto de siglo, no es lógico seguir insistiendo con la vía secundaria del Canal Emilio Mitre que ya no permite mucho más dragado por falta de espacio donde colocar los sedimentos extraídos», destacó el escritor.
Al culminar su disertación, Barletti firmó ejemplares de sus obras a los asistentes.
Con una superficie de más de 45.000 metros cuadrados, es la feria de este tipo más concurrida en el mundo de habla hispana. Durante sus casi tres semanas de duración, se aguarda la vista de más de un millón de lectores y más de doce mil profesionales del libro. Fuente: Transport & Cargo