Los países en desarrollo necesitan inversiones en energías renovables por valor de unos 1,7 billones de dólares anuales, sin embargo atrajeron inversiones extranjeras directas en energías limpias por valor de sólo 544.000 millones de dólares en 2022.

La Conferencia de las Naciones Unidas sobre Comercio y Desarrollo (UNCTAD) ha pedido hoy un apoyo urgente a los países en desarrollo para que puedan atraer mayores inversiones para su transición hacia las energías limpias.

El Informe sobre las Inversiones en el Mundo 2023 de la UNCTAD, publicado hoy, muestra que gran parte del crecimiento de la inversión internacional en energías renovables, que casi se ha triplicado desde la adopción del Acuerdo de París en 2015, se ha concentrado en los países desarrollados.

Los países en desarrollo necesitan inversiones en energías renovables por valor de unos 1,7 billones de dólares anuales, pero atrajeron inversiones extranjeras directas en energías limpias por valor de solo 544.000 millones de dólares en 2022, según el informe.

Las necesidades totales de financiación para la transición energética en los países en desarrollo son más cuantiosas e incluyen inversiones en redes eléctricas, líneas de transmisión, almacenamiento y eficiencia energética.

La secretaria general de la UNCTAD, Rebeca Grynspan, afirmó: “Un aumento significativo de la inversión en sistemas energéticos sostenibles en los países en desarrollo es crucial para que el mundo alcance los objetivos climáticos para 2030”.

Pacto para la inversión en energía sostenible

El informe propone un pacto que establece acciones prioritarias que van desde los mecanismos de financiación a las políticas de inversión para que los países en desarrollo puedan atraer inversiones para construir sistemas energéticos sostenibles.

En cuanto a la financiación, el informe aboga por reducir el riesgo de las inversiones en transición energética en los países en desarrollo mediante préstamos, garantías, instrumentos de seguro y participación en el capital tanto del sector público -a través de asociaciones público-privadas y financiación mixta- como de los bancos multilaterales de desarrollo.

Asimismo, las asociaciones entre inversores internacionales, el sector público y las instituciones financieras multilaterales pueden reducir significativamente el coste del capital para la inversión en energías limpias en los países en desarrollo.

La UNCTAD también hace hincapié en la necesidad de aliviar la deuda para ofrecer a los países en desarrollo un espacio fiscal que les permita realizar las inversiones necesarias para la transición hacia una energía limpia y ayudarles a atraer la inversión privada internacional rebajando las calificaciones de riesgo país.

Se ralentiza el crecimiento de la inversión en energías renovables

El informe muestra que el crecimiento de la inversión en energías renovables se ralentizó en 2022, al disminuir los acuerdos internacionales de financiación de proyectos.

Aunque la inversión internacional total en energías renovables casi se ha triplicado desde 2015, en los países en desarrollo, la tasa de crecimiento ha superado el crecimiento del PIB solo marginalmente.

El informe también concluye que las empresas energéticas de entre las 100 multinacionales más importantes están desinvirtiendo en activos de combustibles fósiles a un ritmo de unos 15.000 millones de dólares al año.

Pero lo más preocupante es que los compradores privados (que no cotizan en bolsa), entre los que se encuentran sobre todo fondos de capital privado, suelen tener objetivos de reducción de emisiones más bajos o inexistentes y unas normas de información climática menos estrictas.  Según el informe, esto exige un nuevo modelo de negociación de acuerdos climáticos.

4 billones de dólares de déficit de inversión anual para los objetivos mundiales

Según el informe, el déficit de inversión en todos los sectores de los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) ha aumentado a más de 4 billones de dólares anuales, frente a los 2,5 billones de 2015.

Los mayores déficits se registran en las infraestructuras de energía, agua y transporte. El aumento es el resultado tanto de la falta de inversión como de las necesidades adicionales.

El creciente déficit de inversión en los ODS en los países en desarrollo contrasta con las tendencias positivas de la sostenibilidad en los mercados mundiales de capitales. El valor del mercado de financiación sostenible alcanzó los 5,8 billones de dólares en 2022.

Caen los flujos mundiales de inversión por la superposición de crisis

La inversión extranjera directa (IED) mundial disminuyó un 12% en 2022, hasta 1,3 billones de dólares, después de un fuerte repunte en 2021 tras la fuerte caída inducida por la COVID-19 en 2020, según muestra el informe.

El descenso se debió principalmente al menor volumen de flujos y transacciones financieras en los países desarrollados. La desaceleración estuvo impulsada por crisis superpuestas: la guerra en Ucrania, los altos precios de los alimentos y la energía y las presiones de la deuda.

La caída de los flujos de IED se debió sobre todo a las transacciones financieras de las empresas multinacionales en las economías desarrolladas, donde la IED cayó un 37%, hasta 378.000 millones de dólares.

El entorno mundial para los negocios internacionales y la inversión transfronteriza sigue siendo difícil en 2023. Las tensiones geopolíticas siguen siendo elevadas. Las recientes turbulencias del sector financiero han aumentado la incertidumbre de los inversores.

La UNCTAD espera que la presión a la baja sobre la IED mundial continúe en 2023.

Tendencias regionales de la inversión

Los flujos de IED hacia las economías desarrolladas disminuyeron y los países en desarrollo representaron dos tercios de la IED mundial en 2022, con un aumento significativo en América Latina y el Caribe. Las entradas de IED en los países menos desarrollados cayeron un 16%.

El aumento de la IED en los países en desarrollo se repartió de forma desigual. Gran parte del crecimiento se concentró en unas pocas grandes economías emergentes.

La IED en África descendió a niveles anteriores de 45.000 millones de dólares tras los niveles anómalamente altos de 2021 causados por una única transacción financiera. Más información.

Las entradas de IED en los países en desarrollo de Asia se mantuvieron estables en 662.000 millones de dólares, pero siguieron representando más de la mitad de la IED mundial. Más información.

Los flujos hacia América Latina y el Caribe aumentaron un 51%, alcanzando los 208.000 millones de dólares, el nivel más alto jamás registrado. Más información.

Disminuyeron los flujos de IED hacia economías estructuralmente débiles y vulnerables. Más información sobre los flujos hacia los países menos adelantadoslos países en desarrollo sin litoral y los pequeños Estados insulares en desarrollo.

Fuente: UNCTAD