El nuevo presidente la Federación de la Industria Naval Argentina criticó la importación e ingreso de buques usados. El caso de éxito que todos miran es el del programa impulsado para la renovación de la flota pesquera.

Por Agustín Barletti

“El desafió que toca es impulsar un sector que hoy sufre la coyuntura argentina lo mismo que les pasa a todas las empresas. Está el problema de las importaciones, falta de dólares, falta de competitividad”.

Con esta frase, Marcos De Monte, flamante presidente de la Federación de la Industria Naval Argentina (FINA) marcó a grandes trazos el panorama de un rubro estratégico para la economía por su poder de inversión y potencial en la generación de mano de obra.

También titular del Astillero Río Paraná Sur, De Monte puso en la agenda prioritaria de la FINA la problemática que implica la importación e ingreso de barcos usados.

Esta práctica es realmente dañina para la industria naval, creo que es el único sector que se pueden importar cosas usadas, si yo quisiera traerme de Miami un auto usado no podría hacerlo. Queremos trabajar en eso incluso con la otra parte que son los armadores tal como se hizo en la pesca en el proceso de renovación de flota, pudiendo sentarnos en una mesa y generar el desarrollo del país. La construcción de un barco implica muchas horas hombre“, dijo a Transport & CargoMarcos De Monte.

El directivo señaló además que actualmente “hay poco préstamo y el mismo es caro, hay líneas subsidiadas, pero a veces no son suficientes para la construcción del barco. El sector ha tenido desde el gobierno anterior la renovación de flota pesquera, incluso con este gobierno agregándole, aunque insuficientes líneas de financiamiento que existen. Hoy algo existe, pero se necesita trabajar para tener más. Muchas veces los financiamientos de embarcaciones de gran porte son a largo plazo, más de 10 años, y hoy el financiamiento internacional es casi impensado. Nadie nos presta“. 

De Monte reconoció asimismo que “la industria naval fue ganando preponderancia y está en la agenda política. Este es un dato relevante, lo destaco porque es un trabajo de FINA, cámaras, astilleros del Estado, porque todos estamos sentados en una misma mesa”.

Nueva ley

Por los vetos recibidos, la Ley de Industria Naval promulgada en 2018 quedó prácticamente vacía de contenido. Desde la FINA, impulsan una nueva normativa para ser presentada una vez que asuma el próximo gobierno.

“Estoy convencido que las leyes de marina mercante e industria naval tienen que ir de la mano. Existirán diferencias y puntos de coincidencia, pero debe haber negociación entre ambos sectores para alumbrar normas que sean complementarias y generen beneficios de los dos lados”, aseveró el titular de la FINA.

El caso de éxito que todos miran es el del programa impulsado para la renovación de la flota pesquera.

“Se realizaron más de 20 botaduras en los últimos dos años, astilleros como el nuestro sobre la Vía Navegable Troncal construimos embarcaciones para pesca, y luego embarcaciones menores. Creo que es una cuenta pendiente la construcción para el transporte, defensa, sectores que pueden dar buenas señales y la industria argentina puede estar competitiva. La hidrovía puede estar necesitando bodega, puede venir algo por ese lado a futuro“.

De Monte también reivindicó el valor de la Mesa del Consejo Económico y Social, que se generó y juntó a todos los actores del cual la FINA es parte.

“El sector estaba atomizado y esa mesa fue un punto de partida interesante para más allá de las diferencias lógicas, trabajar unidos para lo que se viene hacia adelante, cambio de gobierno, nuevas autoridades, nuevas leyes, cambio para el sector. Es un eje importante”, manifestó el presidente de la Federación.

Acompañan a De Monte en la comisión directiva de FINA como vicepresidentes Florencia Garrido (Cámara Industria Naval de Mar del Plata), Miguel Tudino (Tandanor) y Jorge Menin (Unión de Constructores Navales). En la secretaría se desempeñará Pablo Noël (Asociación Astilleros y Talleres Navales Argentinos) y la Tesorería queda a cargo de María Juana Torresín (Unión de Constructores Navales).

Fuente: Transpot & Cargo, el Cronista