Por Agustin Barletti //
El ex secretario del Sindicato Obreros Marítimos Unidos (SOMU) denunció pérdidas de fuentes laborales, y un rojo de $180 millones en la Obra Social. Propone una salida ordenada con la participación de todas las agrupaciones.
Hay efervescencia en el Sindicato Obreros Marítimos Unidos (SOMU). Omar “Caballo” Suárez, desde el Frente Nacional de Agrupaciones Marítimas “Azul 53” denunció irregularidades en el manejo de la actual conducción, y pidió ser reincorporado en el cargo de secretario general del que fuera desalojado hace
cuatro años. Como antecedente, esgrime el reciente fallo de la Sala XI de la Cámara Nacional de Apelaciones del Trabajo que anuló la intervención de la Unión del Personal de Seguridad (Upsra), el gremio que agrupa a los vigiladores privados, y repuso en el cargo a su secretario general Ángel García.
En diálogo con Transport & Cargo Suárez explicó los motivos de su posición.
– ¿En qué estado se encuentra hoy el SOMU?
– La actual conducción surgió de una intervención judicial claramente ilegal. Hoy nuestra obra social posee un rojo de $ 180 millones que afecta de manera concreta la prestación de servicios asistenciales a los aliados y sus familias. Esta deuda fue generada a partir de abril 2019, cuando la intervención judicial entregó la obra social al gremio, y no se condice con los importantes aportes que realizan los aliados.El SOMU también perdió el lugar que, como organización sindical tenia, no sólo a nivel nacional sino en foros internacionales donde siempre se manifestara como la Organización Internacional del Trabajo (OIT), la Federación Internacional de Trabajadores del Transporte (ITF) y la Confederación Internacional de Organizaciones Sindicales Libres (CIOSL) entre otras.
En el Casino Puerto Madero el SOMU tenía 700 trabajadores y hoy cuenta con la mitad. En la Sección Cámara queda solo un trabajador cuando antes había dos y a veces tres. También hay una disminución de personal en Secciones Maquina y Cubierta
Durante mi gestión los jubilados tenían su lugar en la mutual y se los agasajaba mensualmente. Hoy la mutual no está. También estaba al servicio de los jubilados la quinta “La Amistad” con todas sus instalaciones impecables, y se entregaba un kit escolar al comienzo de clases.
Desde nuestro Frente Nacional de Agrupaciones Marítimas “Azul 53” que reúne agrupaciones de casi todas las seccionales del país, nos preguntamos dónde está el dinero del SOMU y la obra social que dejamos; dónde está la escuela, la mutual, la Fundación Azul, el buque escuela y la quinta La Amistad.
– ¿Cuáles serán los siguientes pasos?
Estamos pidiendo la restitución de todo aquello que perdimos cuando fuimos expulsados injustamente. Hay un antecedente con el gremio de los vigiladores privados, donde pasó exactamente lo mismo y les restituyeron el gremio. Tenemos esa jurisprudencia a favor. El Estado intervino el SOMU que es un gremio de actividad privada, que nunca recibió dinero estatal. El Estado no nos paga a nosotros, es al revés, somos nosotros los que pagamos las cargas sociales de nuestros trabajadores y el impuesto a las ganancias sobre nuestros sueldos. Todo al revés de lo que establece el artículo 18 de la Constitución Nacional.
La actual conducción del SOMU está dividida y existen dudas sobre el estado de salud del secretario general. Además, el secretario adjunto y varios miembros de la junta directiva fueron separados por lo que el gremio se encuentra en estado de virtual acefalía.
Estamos pidiendo que nos restituyan en el cargo con una cláusula que establezca que en 120 o 180 días llamamos a elecciones. De esa manera le damos una salida a este conflicto y brindamos la posibilidad para que participen todos, pero con nosotros adentro, para ordenar la anarquía que hoy vive el SOMU.
– ¿Cómo se encuentra su situación procesal?
-Se habilitó la feria judicial, y me acaban de denegar el pedido de excarcelación. Sigo en una prisión preventiva que ya lleva cuatro años. Esto es ilegal e inconstitucional y no se puede sostener más tiempo. Armaron una causa federal y con ella avasallaron nuestro gremio que no es federal.
-Las autoridades del SOMU declararon públicamente que usted no puede participar de elecciones porque fue expulsado de por vida.
-Están violando la Constitución Nacional y la ley 23.551 de Asociaciones Sindicales. Cuando me expulsaron no me dieron derecho a defensa porque estaba preso. Preso ilegalmente. El secretario general del SOMU no se puede poner por encima de la ley y de la justicia como para negarme la posibilidad de defenderme. Por esa misma razón le restituyeron el gremio de los vigiladores privados a Ángel García, quien tampoco tuvo posibilidad de defenderse.
– ¿Qué problemas del sector marítimo le preocupan?
-En el día a día, inquieta la realidad de la pandemia y la posibilidad de que todos nuestros compañeros cuenten con los protocolos sanitarios acordes para desempeñar sus funciones con seguridad.
Otro tema es el de la pesca ilegal que está depredando el mar territorial argentino. La inacción del país para proteger nuestras 200 millas no es nueva, pero se ha agravado en el último tiempo. Estamos entregando aguas territoriales para que buques extranjeros dilapiden nuestras reservas ictícolas. Están pescando en zona de veda y de pesca exclusiva de Argentina. La solución no es complicada: con cuatro buques de patrullaje de la Armada o Prefectura con sistema de radar, se puede controlar fácilmente la zona. El tema es tener la decisión de poner a navegar esos barcos las 24 horas del día y los 365 días del año. Si a esto sumamos un avión que patrulle para tomar la posición de los pesqueros ilegales, el asunto estaría resuelto.
Hasta le fecha, el único proyecto serio fue el “Pampa Azul”, presentado en 2014 por la presidenta Cristina Kirchner. El mismo se proponía investigar el Atlántico Sur durante los próximos 10 años.