Bajo presión de Estados Unidos, el Gobierno de Panamá ha decidido no renovar el memorando de entendimiento firmado con China en 2017 dentro de la Iniciativa de la Ruta de la Seda. Así lo anunció el presidente panameño, José Raúl Mulino, tras su encuentro con el jefe del Departamento de Estado estadounidense, Marco Rubio.
«El memorando no será renovado»
Mulino explicó que su Gobierno estudiará la posibilidad de finalizar el acuerdo antes de su vencimiento oficial, que sería en uno o dos años. «Vamos a estudiar si se puede terminar antes o no, pero creo que le toca en uno o dos años la renovación porque es cada tres«, indicó el mandatario.
Sin embargo, el presidente panameño aseguró que el Canal de Panamá continuará siendo operado por su país. «No cabe duda de que el canal es operado por manos panameñas y así seguirá siendo«, enfatizó, agregando que «la soberanía de Panamá no está en cuestión».
Estados Unidos exige «cambios inmediatos»
La decisión de Panamá llega en un contexto de tensiones crecientes entre Estados Unidos y China por la influencia del gigante asiático en la vía interoceánica. Marco Rubio advirtió que la «presencia y el control del Partido Comunista Chino sobre el canal es una amenaza» y que, de no implementarse «cambios inmediatos«, Washington podría tomar medidas para «proteger sus derechos» conforme al Tratado Sobre la Neutralidad Permanente y Funcionamiento del Canal de Panamá.
El jefe de la diplomacia estadounidense incluso declaró que «China está administrando el Canal de Panamá, que no se le dio a China, se le dio a Panamá tontamente, pero violaron el acuerdo, y vamos a recuperarlo o algo muy poderoso va a suceder». Estas declaraciones han encendido las alarmas sobre un posible endurecimiento de la postura de Washington en la región.
Nuevas relaciones con Estados Unidos y la crisis migratoria
Mulino destacó que su reunión con Rubio abre «un camino para construir una nueva etapa de relaciones» entre Panamá y Estados Unidos. En este marco, invitó a las autoridades estadounidenses a fomentar la inversión en el país centroamericano, asegurando que Washington «ha dejado muchas sillas vacías en estos años» debido a la ausencia de embajadores permanentes en la región.
Asimismo, el presidente panameño ofreció a Estados Unidos utilizar la pista de Nicanor en Metetí, Darién, como base para repatriaciones de migrantes procedentes de Venezuela, Colombia y Ecuador. «Panamá no va a invertir un dólar en eso, así como tampoco en las mejoras que haya que hacer en el aeropuerto de Metetí«, aseguró.
Visita al Canal de Panamá y prioridad para buques de EE. UU.
Tras el encuentro, Marco Rubio visitó las esclusas de Miraflores, donde observó las operaciones del canal y conoció su funcionamiento desde la caseta de control. Fue recibido por el administrador de la Autoridad del Canal de Panamá, Ricaurte Vásquez Morales, quien manifestó su «disposición de trabajar con la marina de guerra de Estados Unidos para optimizar la prioridad en el tránsito de sus buques«.
La decisión de Panamá de alejarse de la Ruta de la Seda marca un giro en su política exterior y refuerza su alineación con Washington en un contexto de creciente disputa entre las potencias por la influencia en América Latina.
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