Por Agustín Barletti
En una clara demostración de fuerza política y convocatoria, el Frente Nacional de Agrupaciones Marítimas “Azul 53” del Sindicato Obreros Marítimos Unidos (SOMU) que conduce Omar “Caballo” Suárez se movilizó a la Casa Rosada. El motivo de la convocatoria, de la que participaron más de 1300 marineros y representantes gremiales de todo el país, fue hacer entrega de un petitorio al presidente Alberto Fernández frente a lo que consideran “la severa crisis por la que atraviesa el SOMU y que genera el sufrimiento de toda la familia marítima”.
La misiva, que lleva la firma de Omar Suárez, señala que “es un tiempo que debemos habilitar ya, poniendo la casa en orden y trabajando en el marco de este gobierno nacional en los desafíos que tenemos por delante en nuestros mares y ríos, en nuestra hidrovía, y en nuestra plataforma, defendiendo el trabajo y nuestra soberanía”.
Asimismo, se pide que “se arbitren las medidas necesarias contempladas en las leyes pertinentes, junto con los estatutos del SOMU y de la Obra Social del Personal Marítimo para que, con la participación inmediata y urgente de las autoridades de aplicación, encontremos el camino para terminar con la impunidad de otros tiempos que ha llevado a nuestro gremio hasta casi la misma inexistencia, unida a la liquidación de nuestra obra social que desgraciadamente hoy es casi un hecho”.
En una parte de la nota, Omar Suárez le recordó al presidente un hecho que los tuvo como protagonistas directos. Siendo Alberto Fernández jefe de Gabinete de Néstor Kirchner, y con la participación directa de Suárez, por entonces secretario general del SOMU, se sancionó el Decreto 1010/04. La norma, derogaba una serie de medidas que habían desregulado la actividad marítima en la década del 90 y proponía a los armadores pasar los buques operados con bandera de conveniencia al registro argentino, y regirse bajo el régimen jurídico nacional. Los marinos argentinos consideran que con ese decreto dejaron de ser extranjeros en su propio país a la vez que la Nación recuperó la plena soberanía sobre sus mares y ríos, y les fue devuelta la nacionalidad, la protección del Estado y el derecho para negociar colectivamente las condiciones laborales abordo.
“Las empresas tienen que tener dueños, pero también sindicatos”, destaca la misiva.Tras pedir elecciones libres y de inmediato para normalizar el SOMU, la nota señala que “es nuestra obligación, como dirigentes sindicales que somos, el preservar la continuidad del SOMU y la obra social para salvaguardar a toda la familia marítima”. Fuente: Transport & Cargo