Redacción GlobalPorts//

El productor agropecuario y economista Enrique Pérez Decontardi anunció la creación de un grupo con intención de participar en la licitación del elevador terminal del puerto de Quequén, actualmente operado por Terminal Quequén S.A. En una entrevista con Punto de Vista por Ecos Radio, explicó los fundamentos de la iniciativa y los desafíos que enfrenta el proyecto.

Pérez Decontardi, con más de 40 años de experiencia en el ámbito marítimo, explicó que la iniciativa se encuentra en una fase exploratoria y que existen dos caminos posibles para la conformación del grupo: una opción basada en capitales locales y otra con participación de empresas internacionales.

«Por eso puse ‘grupo en formación’. Una opción es integrar recursos humanos y capitales de Necochea y productores del sector, y la otra es sumar empresas de mayor envergadura, lo que cambiaría la dinámica del proyecto», señaló.

La definición de la estrategia dependerá de los requisitos que establezca el pliego de licitación, el cual aún no ha sido publicado. «Si el pliego requiere la presencia de un operador internacional con prestigio mundial, eso cambiaría el panorama. No quiero generar falsas expectativas hasta conocer los requisitos concretos«, agregó.

Una licitación en proceso

El Consorcio de Gestión de Puerto Quequén ha elevado un borrador del pliego al gobierno de la provincia de Buenos Aires. Sin embargo, la fecha de apertura formal de la licitación sigue sin definirse, aunque se esperaba que ocurriera en abril de 2025.

En este contexto, Pérez Decontardi hizo énfasis en la necesidad de «democratizar» el acceso al puerto, una de las razones centrales de su iniciativa.

«Lo que quiero decir con ‘democratización’ es que hay una gran concentración en los elevadores y una polarización en el acceso de los productores. Quequén exporta cada vez más, pero no tiene la capacidad de atraer más carga debido a la competencia de Bahía Blanca y otros puertos«, explicó el productor agropecuario y economísta.

Uno de los puntos críticos para mejorar la competitividad de Quequén, según Pérez Decontardi, es la estructura de costos logísticos. Destacó que los productores se ven afectados por el «falso flete«, un sobrecosto generado por la estructura actual del puerto. «Si un barco viene de Rotterdam directo a Quequén y carga 70.000 toneladas, no debería pagar lo mismo que uno que recorre 450 km al Paraná y paga 180.000 dólares de peaje más 500.000 dólares de falso flete», argumentó.

La iniciativa de Pérez Decontardi llega en un momento clave, cuando el futuro del elevador terminal de Quequén está por definirse. Con la prórroga de la concesión actual hasta noviembre de 2025, la competencia por operar la terminal se perfila como un proceso en el que los intereses de productores locales y de grandes operadores internacionales podrían entrar en tensión.