Hace 60 años se habilitaba un oleducto desde Neuquén que lo posicionaría como puerto petrolero, desplazando a Galván. Ahora, se fortalece como vía de salida al exterior del shale oil. 

Hace exactamente 60 años que Puerto Rosales comenzó a tener un rol especial no sólo dentro del estuario de Bahía Blanca, sino del país: el de ser un puerto petrolero de excepción. Y el hito fundamental que contribuyó a fomentar sus capacidades fue la finalización en 1961 del oleoducto proveniente de Challacó, en Neuquén.

Hasta entonces todo el tráfico de crudo se canalizaba por puerto Galván, el cual hasta entonces ostentaba ser el principal puerto petrolero bonaerense, con la recalada promedio de 142 buques anuales entre 1951 y 1963. Luego ese rol quedó en manos de Rosales, estación marítima de primera magnitud en lo que hace al cabotaje desde y hacia otros puertos del país, por caso Dock Sud, Caleta Córdova, etc.

Hoy, además de buscar una diversificación de actividades y cargas, esa tarea tiene objetivos mucho más ambiciosos y prometedores, por caso, ser la puerta de salida para el petróleo de Vaca Muerta, tarea que el joven Consorcio de Gestión creado en 2019 y hoy a cargo de Rodrigo Aristimuño, ya ha logrado y se encuentra en plena etapa de consolidación.

Días atrás estuvo cargando 78.500 toneladas de shale oil con destino a Hawaii, Estados Unidos, el petrolero de bandera panameña Cabo Kamui, en una operación para Pampa Energía y CNCH. Y agosto próximo parece venir muy activo, con casi un millón y medio de barriles de petróleo, también provenientes de Vaca Muerta, que tienen destino en el exterior.

Entre las ventajas que posicionan a Rosales como el puerto de salida por el Atlántico para el crudo neuquino pueden destacarse especialmente tres:

1. Existencia de un oleoducto directo construido varias décadas atrás desde la zona productora y manejado por Oldelval.
2. Un amplio sector de almacenamiento y despacho (a cargo de Oiltanking).
3. Presencia de dos monoboyas (Punta Ancla y Punta Cigüeña), con sitios reparados y profundidades de 60 pies para el fondeo de grandes petroleros.

Las cifras demuestran el activo rol que viene desempeñando esta terminal bonaerense ya que, sin diferenciar entre mercado interno y exportaciones, entre enero y junio de este año se movilizaron 4.860.730 toneladas de crudo, en su gran mayoría proveniente de Vaca Muerta. Esto también se reflejó en la cantidad de buques tanque operados, llegando a 88 unidades, es decir, 7,32 por ciento más que en 2020.

Al explicar las cifras logradas, Aristimuño dijo que el  interanual 2021 – 2020 superó las expectativas, no sólo de carga sino a nivel de  operación de los barcos petroleros.  “Eso claramente se vio marcado por las exportaciones de Vaca Muerta”, señaló.

Sobre las exportaciones de agosto, Roberto Bellato, de Econojournal, dijo que saldrán tres buques con 75 mil m3 de petróleo Medanito cada uno. Un cargamento corresponde íntegramente a Vista, la compañía liderada por Miguel Galuccio y otro es compartido por las petroleras Pluspetrol y Petronas y una porción menor de Pampa Energía.

El tercer despacho es de Tecpetrol, brazo petrolero del Grupo Techint, y la Compañía de Hidrocarburos No Convencionales (CHNC), el sello creado por YPF y Chevron para canalizar su producción de shale oil proveniente de Loma Campana.

En este caso se utilizará para exportar crudo de la petrolera norteamericana. Cabe destacarse un hecho no menos importante: este año, a diferencia de 2020, donde las ventas al exterior se dieron por la existencia de petróleo disponible por una sensible baja del consumo, ahora está motivada en un incremento de la producción y mejores precios si se comercializa en el extranjero.

En cuanto al transporte de crudo desde Vaca Muerta a la terminal de exportación de la empresa Oiltanking, otra pata importante en esta mesa,  está asegurado y con capacidad suficiente para seguir canalizando la mayor producción. De todas formas, el oleoducto de Oldelval (Oleoductos del Valle) funciona con un remanente ocioso de más del 30% para hacer frente al crecimiento de producción de Vaca Muerta, aunque demanda que se continúe su ampliación para alcanzar los 240 mil barriles diarios en el corto plazo y superar los 400 mil barriles en los próximos años.

Jorge Vugdelija, CEO de Oldelval, anunció en declaraciones al diario Río Negro que no habrá cuellos de botella y que el proyecto de ampliación de la capacidad de transporte “Vivaldi”, comenzado en 2019, sigue vivo, con la mayor parte ya ejecutada. Como ya informara La Nueva. Oldelval tiene previsto hacer en Puerto Rosales dos ramales de oleoducto de seis kilómetros cada uno, obviamente como consecuencia de las muy buenas expectativas que genera el movimiento de crudo. Fuente: La Nueva