La mayoría de los colaboradores de las compañías que brindan servicios esenciales como las mencionadas se pusieron al frente de sus tareas cumpliendo con todo lo que fuera necesario para evitar, dentro de lo posible, un desabastecimiento mayor; esas personas también fueron héroes

Por Martín Leroy (*)

Sin lugar a dudas, los últimos dos años han sacudido al mundo y a sus habitantes, de la noche a la mañana las empresas y las personas tuvimos que adaptarnos a una nueva realidad muy desconocida e inquietante, claramente esa adaptación al cambio no fue gratuita y ahí nos vamos a centrar para preparar las herramientas necesarias para que la vuelta a la normalidad sea lo menos dificultosa posible.

En el caso de la mayoría de las empresas de logística y transporte, unas de las más esenciales luego de la atención de salud, la situación fue bastante diferente de aquellas que cerraron o trasladaron su operación de manera remota. La mayoría de los colaboradores de las compañías que brindan servicios esenciales como las mencionadas se pusieron al frente de sus tareas cumpliendo con todo lo que fuera necesario para evitar, dentro de lo posible, un desabastecimiento mayor; esas personas también fueron héroes.

Hasta aquí la historia que todos de una manera u otra conocemos, y sabemos que debemos reconocer ese loable empeño por cumplir con su trabajo de la mejor manera, pero (y sí, siempre hay un pero), en muchos casos lo que se olvidaron las empresas fue la de poner a la persona por delante de la tarea. ¿Cuántos de esos hombres y mujeres que estuvieron ocupándose que el tráfico en el mundo no se detuviera por completo tienen una familia que probablemente sufrió por el flagelo del COVID-19? ¿Alguna vez entendimos que más allá de sus funciones y el cumplimiento de su deber son personas? ¿Nos preocupamos por lo que le pasaba teniendo que arriesgar a sus familias o ellos mismos a un contagio, a alejarse de sus casas tal vez con alguien de su entorno enfermo? ¿Supimos ver que no sólo ellos son parte del equipo, sino que sus afectos también hacen a su bienestar emocional?

La buena noticia es que aún estamos a tiempo de reconocer el trabajo y el esfuerzo que han venido realizando los últimos 24 meses. No se trata solamente de bonos o premios, lo que todos necesitan, especialmente en estos momentos es el reconocimiento a su trabajo, a su esfuerzo y a no haber bajado los brazos a pesar de la situación tan compleja que les tocó enfrentar, a ser entendidos como personas.

Sabemos por una amplia investigación que la felicidad en el trabajo se ve afectada principalmente por dos factores, a saber, los resultados y las relaciones.

Los empleados aman su trabajo cuando hacen una diferencia en el mismo, y cuando se sienten cuidados como seres humanos. Estos dos factores determinan – mucho más que los gimnasios, bonos y otros beneficios – si los empleados están contentos, motivados y productivos, o no. Es por eso que es fundamental contar con líderes que sean capaces de ayudar a los empleados a experimentar ambos factores.

Es mucho más fácil para una persona con buenas habilidades sociales aprender a centrarse en los resultados, que para una persona de núcleo duro orientada a los resultados desarrollar las habilidades sociales y la empatía.

Personalmente, estoy convencido de que la habilidad de liderazgo más importante es en realidad querer a los demás.

También tenemos que considerar cómo recompensamos a los gerentes. La mayoría de las empresas recompensan la creación de buenos resultados, pero ¿Cuántos dan una bonificación considerando la construcción de buenas relaciones? ¿Por qué no dividir las primas de los directivos 50/50 entre los resultados y las relaciones? Si sólo recompensamos a uno de los dos, alentamos un tipo de comportamiento, y el enfoque de un solo lado en los resultados finalmente dañará el resultado final.

Por todo lo mencionado anteriormente, estoy convencido que todas las empresas deberían centrarse en ver a sus empleados desde un punto de vista más humano, eso no sólo los hará sentirse mejor, sino también los motivará mucho más. Fuente: Transport & Cargo.

(*) Licenciado en Administración, gerente de Felicidad – Coach Organizacional – www.grupoaukera.com

Fuente: Transport & Cargo