Las recientes restricciones implementadas por el Banco Central de la República Argentina (BCRA) para limitar la pérdida de dólares han comenzado a tener un impacto significativo y negativo en las operaciones de comercio exterior del país. 

Por Ariel Armero
En Revista A Buen Puerto

Grandes empresas del transporte y la logística internacional han anunciado que dejaron de cobrar fletes en el país, lo que obligará a los operadores locales a tramitar permisos de importación para girar divisas a cuentas extranjeras o buscar otras alternativas.

Estas medidas requieren que el pago de la importación de servicios profesionales y fletes entre empresas vinculadas sea financiado, además de disponer la autorización previa para el pago de intereses en deuda intraempresas. En conjunto, estas medidas representan una postergación de pagos en divisas por un total de 2.000 millones de dólares hasta fin de año.

El Banco Central de la República Argentina (BCRA) explicó que, en el caso de que el acreedor sea una contraparte vinculada al deudor, se requerirá hasta fin de año una autorización previa para acceder al mercado de cambios y pagar servicios de intereses de deudas comerciales por importaciones de bienes y servicios y/o préstamos financieros con el exterior.

Adicionalmente, el directorio del BCRA ha permitido a las empresas realizar imposiciones remuneradas en dólares oficiales por el monto en pesos equivalente a los intereses no cancelados o utilizar divisas de disponibilidad propia para el pago de compromisos cuando el acreedor sea una contraparte vinculada.

Hasta el 20 de abril pasado, los fletes se podían pagar en pesos y luego las grandes navieras accedían al mercado de cambios para girar las divisas a sus casas matrices.

Empresas marítimas, como Maersk, Hamburg Sud,  Hapag-Lloyd, y MSC han notificado ajustes en sus cobranzas como consecuencia de la comunicación “A 7746” del Banco Central, la cual ha diferido por 90 días los pagos de fletes entre empresas vinculadas. 

Estas decisiones han generado incertidumbre en el sector logístico del país,  especialmente porque los operadores locales temen que tendrán que asumir ellos mismos las pérdidas de pactar un precio por los fletes y esperar hasta dos meses para obtener las divisas.

Estas medidas han repercutido en un aumento en el costo de los fletes. Hasta fines de abril, las agencias marítimas estimaban sus costos utilizando un tipo de cambio un 5% por encima del dólar importador. Sin embargo, debido a los cambios implementados, los servicios ahora se cobran a un tipo de cambio con una brecha cambiaria de aproximadamente el 40%. Esto ha generado preocupación en la actividad, según fuentes de la Federación de Cámaras de Comercio Exterior (FECACERA).

La FECACERA expresó su preocupación respecto a estas medidas en una carta enviada al presidente del BCRA, Miguel Pesce

A corto plazo, esto provocará una interrupción en la fluidez de la cadena logística, con el consiguiente impacto en la operación comercial, especialmente para las pequeñas y medianas empresas que carecen de infraestructura y capacidad financiera para pagar los fletes en origen. A mediano plazo, las cadenas logísticas podrían colapsar, lo que interrumpiría los flujos comerciales desde y hacia Argentina”, afirmó la FECACERA.

Advertencia del Centro de Navegación

El Centro de Navegación advierte, por su parte,  que se están reduciendo las capacidades de almacenamiento y aumentando aún más los costos del comercio exterior. 

En una comunicación dirigida a los principales responsables de los ministerios de Economía y Transporte, así como del Banco Central y la Aduana, el Centro de Navegación expresó nuevamente la preocupación de sus socios ante la situación derivada de las restricciones cambiarias impuestas para enviar al extranjero servicios de flete (S02) y otros servicios de transporte (S04), según lo establecido en la Comunicación “A” 7746 del BCRA.

La entidad que agrupa a los agentes marítimos argentinos, representantes de los armadores extranjeros de buques en el país, afirmó que tanto su cámara como otras cámaras que conforman la cadena logística y el sector productivo, como CERA, CIRA, UIA, AAACI y el Centro de Despachantes, han solicitado la derogación de esta medida. Todas estas entidades entienden que esta medida encarece el comercio exterior argentino, perjudicando la competitividad de las importaciones y exportaciones, así como la producción nacional, las economías regionales y la generación de empleo.

Esta situación se ha agravado aún más con la emisión de la Comunicación “A” 7771, publicada recientemente por el Banco Central. Esta nueva norma exige que, como requisito previo para enviar los Servicios de flete S02 (tanto para empresas vinculadas como no vinculadas), se cuente con una aprobación de SIRASE“, señala la nota. 

Esta medida ha sorprendido a todo el sector, ya que el propio BCRA, en un comunicado emitido el 5 de mayo de 2023, había aclarado expresamente que la normativa cambiaria vigente no requería la presentación de una SIRASE aprobada para acceder al mercado de divisas y realizar pagos por los conceptos de ‘S02. Servicios de fletes’ y ‘S03. Servicios de transporte de pasajeros‘”.

Panorama complicado 

Recordando lo anticipado previamente y considerando el contexto actual de inestabilidad cambiaria e inflación, con fletes que han disminuido en promedio un 70% respecto a 2022, estas medidas no hacen más que obligar a los armadores de buques y agencias marítimas a cambiar su forma de cobro de fletes, aceptando únicamente pagos en el extranjero.

Además, se advierte que varias empresas ya han tomado esta decisión y la han comunicado públicamente, debido a la imposibilidad de financiar y absorber la diferencia de costos de los fletes y el riesgo cambiario e inflacionario durante un período de 90 días.

Además, alertamos nuevamente sobre la posible decisión de varias de estas empresas de evitar los puertos argentinos como escalas en sus itinerarios. Esto reducirá la capacidad de almacenamiento disponible y aumentará aún más los costos del comercio exterior, lo que favorecerá el desabastecimiento y pondrá en peligro las cadenas de producción“, señala la nota firmada por el Presidente del Centro de Navegación , Julio Delfino y el Gerente General de la entidad Alfonzo Jozami.

Posición gubernamental

El Gobierno ha justificado estas últimas medidas en las denuncias impulsadas por la Aduana para controlar la sobrefacturación de fletes. 

En conjunto con la Administración Federal de Ingresos Públicos (AFIP), el organismo ha investigado a Mediterranean Shipping Company por girar un 87% más de divisas en 2022 en comparación con el año anterior. Además, recientemente han señalado la aparente falta de controles a los importadores, puertos y empresas navieras.

Desde la última corrida cambiaria, el BCRA ha endurecido las restricciones a las importaciones, centrándose en el pago de servicios profesionales, intereses en deuda intraempresas y fletes. 

El objetivo es postergar el pago de divisas por un total de 2.000 millones de dólares hasta fin de año, especialmente en medio de los esfuerzos por contener la salida de reservas y evitar una devaluación antes de las elecciones.