La intransigencia de los gremios corta la cadena logística y amenaza con desabastecimiento de combustible, alimentos e insumos básicos. Sin comercio exterior no habrá ingreso de divisas.

Por Agustín Barletti

Con la conciliación obligatoria ya vencida, y la falta de acuerdo entre las partes para un acuerdo voluntario con paz social por 15 días, el paro que afecta al servicio de remolcadores ingresó en una vía muerta.

El conflicto, que tiene paralizado a los puertos argentinos, bloquea el ingreso de divisas al país y amenaza con cortar la cadena de abastecimiento de la Argentina. Los remolcadores son clave para el ingreso y salida de los buques a los puertos.

Tras considerar agotadas las instancias de negociación, los gremios que conforman la Federación Sindical Marítima y Fluvial (FESIMAF), decretaron el cese de actividades, pero el personal continuó embarcado, sin prestar servicios, pero pretendiendo que se les siguiese abonando los sueldos como si trabajaran.

La lógica reacción de la Cámara de Armadores de Remolcadores (CAR), fue desembarcar al personal que se encontraba en huelga.

“Los sindicatos marítimos pretenden imponer condiciones inflexibles en reclamo de aumentos salariales muy por arriba de la inflación, que además disfrazan con conceptos ajenos a la práctica laboral de esta industria”, destacaron en un comunicado desde CAR.

Estos gremios han recibido aumentos por encima de la inflación en casi un 10% en la paritaria del 2021 y un 15% adicional luego de cerrada la paritaria 2022 totalizando más de 130% de aumento solo el último año. Todo esto para trabajadores que cumplen tareas menos de 6 meses al año, pasan otros seis meses de franco pago y sin prestación de servicio alguna percibiendo dichos salarios. Privilegio que no tiene ningún otro trabajador argentino, ni sus médicos, ni sus maestros, ni sus policías ni ningún otro empleado público o privado. El trabajador marítimo percibe todos los meses su salario actualizado por IPC.

Para las empresas de remolques, que facturan con el dólar oficial, cada vez se les hace más difícil mantener su estructura de costos.

En este marco, este año se negocian las nuevas paritarias del periodo 2023-2024, tratando de imponer los sindicatos la continuidad del IPC mensual y automático a sus abultados salarios, con más un porcentaje caprichoso, y la cerrada negativa a negociar determinadas condiciones laborales privilegiadas que llevan el costo argentino a valores insostenibles.

“Es así, que las negociaciones -que no son tal- se dan en un contexto de fuerza impuesta por los sindicatos que no aceptan dialogar, solo imponer. El Estado, que debiera cumplir su labor de administrar, mediar, conciliar posiciones, y establecer procedimientos que eviten los conflictos, como en otras épocas nuevamente se alinea con los sindicatos y con sus sistemas de presión que tienden a la paralización de las actividades y al entorpecimiento de las vías navegables y del comercio exterior. El Estado, representado por el Ministerio de Trabajo, lejos de conciliar posiciones, endurece aún más las mismas y lleva la situación actual acompañando a las presiones sindicales, justo en el momento en que el país necesita de divisas en este crítico momento de nuestra historia”, aseguraron desde CAR.

Según los relevamientos llevados a cabo por Transport & Cargo, de continuar con la actualización por el IPC, los haberes brutos mensuales según las categorías se situarían en una escala de entre $750.000 y $1.200.000.

La Cámara de Remolcadores está siempre dispuesta a negociar en un marco de igualdad, sin tener que soportar presiones o imposiciones irrazonables, y las decisiones de la cámara empresaria se están tomando en un marco de democracia y unanimidad, por lo que tampoco se va admitir ataques a determinadas empresas y mucho menos a personas que son legítimos representantes de nuestro sector, como vienen haciendo los gremios, amparados por las autoridades con el ataque sistemático a empresas y a sus directivos, escogiendo cada semana a que empresa exponer, atacar, parar. El derecho al reclamo debe tener sus límites en un país que se encuentra tratando de estabilizar sus variables”, dijo a Transport & Cargo Christian Burgauer, presidente de CAR

Fuente: Transport & Cargo, El Cronista