Al menos 800 mil marineros en todo el mundo se encuentran atrapados en buques y puertos a causa de las restricciones impuestas por los gobiernos para combatir la covid-19, alertaron diversas organizaciones de las Naciones Unidas.
Desde que inició la pandemia, marinos de todo el mundo no pueden abandonar sus buques, ser repatriados a sus hogares o recibir asistencia médica urgente, mientras que otros han sufrido la anulación de sus contratos de forma unilateral o han sido puestos en cuarentena a bordo de los buques más de 14 días sin recibir un salario, de acuerdo con la Organización Marítima Internacional (OMI).
En un comunicado conjunto, la Oficina de la Alta Comisionada de la ONU para los Derechos Humanos, el Pacto Mundial de las Naciones Unidas y el Grupo de Trabajo sobre la cuestión de las garantías fundamentales y las empresas transnacionales, calificaron las condiciones que atraviesan los marineros, trabajadores del sector pesquero e integrantes de plataformas marítimas como una “crisis humanitaria”.
Según los datos de la Federación Internacional de Trabajadores del Transporte (ITF) y la OMI, estas personas han prolongado sus contratos más allá de sus condiciones laborales iniciales y, a menudo, más allá del periodo máximo de once meses a bordo establecido en las normas laborales internacionales.
“Esta situación afecta gravemente los derechos humanos fundamentales de las tripulaciones y otro personal marítimo, como el derecho a la salud física y mental, el derecho a la libertad de circulación y el derecho a la vida familiar. También aumenta drásticamente los riesgos de seguridad y los peligros ambientales”, advirtieron los expertos.
“A menos que logremos sacar de los buques a estos marinos cada vez más exhaustos, habrá más accidentes: veremos derrames de petróleo en nuestras costas y muertes en nuestros mares”, advirtió Stephen Cotton, secretario general de la ITF la semana pasada, al referirse a un informe del organismo que muestra que la crisis del cambio de tripulaciones está infundiendo demasiado riesgo en la industria del transporte marítimo mundial.
Por su parte, los organismos de la ONU recordaron que estas personas desempeñan un papel fundamental en el mantenimiento de las cadenas de suministro mundiales y que, durante la pandemia, su labor se ha vuelto aún más vital para asegurar el flujo continuo de equipo médico, alimentos y otros bienes esenciales.
Por lo que el Secretario General de las Naciones Unidas pidió que se les considere como “trabajadores esenciales” para garantizar los cambios de tripulación durante la pandemia.
Los organismos señalaron que la situación de los trabajadores del sector del transporte marítimo exige una respuesta urgente y concreta de todos los agentes implicados.
“En virtud de las normas internacionales, los Estados están obligados a proteger los derechos humanos de las tripulaciones afectadas, y los países que proveen el pabellón, el puerto y la mano de obra tienen la responsabilidad de intervenir en la actual crisis humanitaria. Sin embargo, la respuesta a la situación de inestabilidad también requerirá los esfuerzos concertados de los agentes pertinentes, como las organizaciones internacionales, los sindicatos y, lo que es más importante, el sector empresarial”, especificaron.
“La situación raya en el trabajo forzoso, y todas las empresas tienen la responsabilidad de utilizar su influencia para exigir la intervención urgente de los gobiernos para poner fin a esta crisis y, al mismo tiempo, asegurar que los derechos humanos de los marinos en sus cadenas de suministro no se vean perjudicados”, afirmó Cotton. Fuente: Proceso