Por Violeta García

La playa de Camboriú visitada por miles de turistas argentinos ha iniciado obras de dragado para su recuperación y ampliación. La obras permitirán llegar a una extensión promedio de 25 metros a una de 70 metros, incluso en algunas secciones alcanzará hasta 100 metros.

Las obras de dragado están a cargo de la empresa Jan de Nul líder mundial en obras de infraestructura marítima, dragado, ingeniería civil y medio ambiente. La draga destinada a realizar este importante trabajo es el buque Galileo Galilei, que está equipada con las tecnologías más modernas del mercado y es una de las dragas de succión y arrastre más nueva de la flota de Jan de Nul. Cuenta con una capacidad de tolva de 18.000 m³, y una bomba con potencia de 14.000 kw, que permite extraer arena a largas distancias.

El trabajo se completa con la embarcación de apoyo DN38 para la instalación y manejo del tubo sumergido, así como para el apoyo durante la conexión entre la draga y estas estructuras de acero. Según los cálculos estimados, durante los próximos 2 meses, la draga rellenará la playa a partir de 4 ciclos diarios, en conjunto con equipos que se encargarán de esparcir la arena nueva, eliminar el agua y obtener un buen nivel distribuido. La previsión es que la obra finalice en noviembre.

Este es un proyecto que se ha deseado durante décadas para el Balneario Camboriú y llega en un momento de reestructuración de la ciudad, que se prepara para una recuperación más fuerte de la economía. Es un proyecto de protección ambiental que permitirá, además de preservar la costa del avance de las mareas, la creación de espacios privilegiados para residentes y visitantes. Espacios al aire libre para el deporte, el ocio, un nuevo carril bicicletas, paisajismo diferenciado, en definitiva, equipamiento que, en el proyecto de remodelación que se está llevando a cabo, transformará y renovará la Playa Central, la postal principal de nuestra costa”, señaló el alcalde Fabricio Oliveira.

Desde Jan de Nul manifestaron satisfacción por haber sido elegidos para desarrollar esta obra que traerá grandes mejoras para la actividad de una de las ciudades más atractivas y en crecimiento del país vecino.

Este trabajo resolverá el problema de la escasez de sol en la playa, y además traerá otros beneficios a la ciudad ya que ofrecerá una protección más eficaz de la costa, proporcionará una mayor superficie para el recreo y la ejecución de proyectos de movilidad urbana, así como también otros beneficios socioeconómicos como la revalorización inmobiliaria de la zona costera y la mejora del turismo local.

Esta famosa ciudad balnearia catarinense cuenta con 145.000 habitantes estables, y con un gran flujo de visitantes durante el verano, en 2019 recibió casi un millón de turistas, lo que la convierte en uno de los destinos más visitados de Brasil. Además, tiene un récord llamativo, ya que, pese a ser una ciudad de menor magnitud en comparación con otras urbes del país, tiene 6 de los 10 edificios residenciales más altos de América del Sur, bloqueando la luz solar y dejando la playa más popular en sombra prácticamente todo el día.