La reciente apertura de una moderna terminal portuaria en el kilómetro 461 del Paraná muestra la importancia de contar con una vía navegable dragada y señalizada
Por : Agustín Barletti
En 1995, la Argentina tomó una de las decisiones geopolíticas más importantes de su historia. En lugar de pensar en un puerto de aguas profundas, ingresó el océano al continente y lo llevó al corazón de la producción. Eso se logró al concesionar el dragado y la señalización del Paraná, y la señal fue percibida por los privados que tuvieron el marco de seguridad jurídica y operativa para planificar sus inversiones
La Cámara de Puertos Privados Comerciales (CPPC), entidad gremial empresaria nacional que nuclea a 28 terminales portuarias de diferentes actividades, destacó la inauguración realizada de la nueva terminal portuaria de uno de sus miembros, la Asociación de Cooperativas Argentinas (ACA), en la comuna de Timbúes, provincia de Santa Fe con una inversión de u$s 143 millones.
Esta importante apuesta se suma a la gran cantidad de inversiones que se realizaron desde que se sancionó la Ley de Puertos 24.093 y desde que se concesionó el dragado y la señalización del Paraná. Esto dotó de las herramientas operativas y de la seguridad jurídica necesarias para hacer posible el notable crecimiento de la infraestructura portuaria de nuestro país. “No está de más recordar, que fue a partir de dicho marco legal que se desarrolló el mayor cluster aceitero y agroexportador del mundo, que abarca parte de la provincia de Buenos Aires y gran parte de la provincia de Santa Fe. La incorporación de esta nueva terminal implica que el sector portuario argentino siga generando empleo valioso y oportunidades para los distintos trabajadores y trabajadoras, potenciando las economías regionales”, aseguró la CPPC en un comunicado.
La Argentina exporta 100 millones de toneladas de granos y productos procesados desde el complejo agroindustrial todos los años, y es el primer abastecedor mundial de harina y aceite de soja, el segundo exportador mundial de maíz y el tercero en soja. A ello se le suma la elevada exportación de productos como trigo, aceite de girasol, cebada y sorgo al mundo. Asimismo, esas exportaciones reportan al país un ingreso de entre u$s 25.000 y u$s 28.000 millones anuales, que fueron, son y serán el respaldo para la actividad económica de la Argentina. El complejo oleaginoso-cerealero aportó, el año pasado, el 40,78 % del total de las exportaciones de la Argentina, según datos del INDEC. El principal producto de exportación del país es la harina de soja (13,5 % del total), que es un subproducto industrializado generado por este complejo agroindustrial, que tiene actualmente una elevada capacidad ociosa cercana al 50%.
Justo es decir que este tipo de obras se apoyan en una vía navegable confiable con dragado y señalización que permite la navegación segura las 24 horas del día, los 365 días del año. Esta circulo virtuoso de dragado, señalización e inversiones, explica el aumento de cosechas que año a año experimenta la Argentina, y el consiguiente ingreso de dólares para el país. Fuente: transport&cargo