Por Ariel Armero //

La Actividad de Remolque-Maniobra Portuario atraviesa la crisis más profunda de las últimas décadas. La situación creada con el COVID 19, la bajante histórica del Paraná, la casi desaparición de los fletes petroleros por la caída del precio a nivel mundial y el párate de la actividad económica constituyen un cóctel fatal para el sector que ha visto disminuida drásticamente su operatoria.
La cámara de Armadores de Remolcadores, integrante de la Federación de Empresas Navieras Argentinas (FENA), que preside Carlos Ruiz Moreno, asegura que desde que se declaró la Pandemia, el Puerto de Buenos Aires ha perdido el 30 % del volumen de actividad, debido a la suspensión de recaladas de containeros y de buques tanque. Los puertos del Río Paraná han perdido casi el 40 %, el Puerto de La Plata el 30%, los puertos de Necochea, de Mar del Plata y de Bahía Blanca el 35%.
La actividad del sector está incluida como “esencial” en los decretos firmados por el gobierno nacional a raíz del COVID 19 sin embargo la abrupta caída de los volúmenes de trabajo en todos los puertos no tiene precedentes. En esta crisis se combinan varios factores, además de la pandemia:
• La disminución de fletes petroleros por la baja del precio internacional del petróleo que hace que la mayoría de los buques estén siendo utilizados como depósitos,
• El párate de la actividad económica que trae aparejada una notable baja en la distribución de cabotaje del combustible,
• La merma de entrada de buques en la hidrovía, a raíz de la bajante histórica del Paraná que hace que muchos buques decidan no entrar a partir de la disminución del calado que los obliga a salir con la mitad de la carga.
• La suspensión de la actividad de los cruceros, totalmente paralizada por el COVID 19.
• La fuerte disminución de los buques portcontainer, que han morigerado su frecuencia como consecuencia de la baja del comercio internacional y la caida de importaciones.
Sumado a la enorme pérdida de volumen, la cadena de pagos está casi suspendida, y la reducción de costos que han hecho las empresas ha sido llevada a su máxima expresión, por lo que la actividad de Remolque-Maniobra Portuario está en una crisis casi terminal.
Otra particularidad atraviesa a las empresas que componen esta cámara, no son Pymes y no han tenido hasta el momento ningún tipo de ayuda estatal, sin embargo, tienen pronto que afrontar los sueldos de abril y, muchas de ellas, están al borde de presentarse en quiebra. En muchos casos han iniciado discusiones con los sindicatos del sector en busca de acordar cierta flexibilización en las tareas, ante las nuevas exigencias que trajo la pandemia, pero todavía no ha habido acuerdos en ese sentido. Fuente: Transport & Cargo, El Cronista