Robin Townley, director Regional de Proyectos Logísticos de Maersk, explica la operación de transporte necesaria para distribuir 15.000 millones de vacunas en todo el mundo.
La vacuna contra la poliomielitis comenzó a distribuirse en 1930, y tardó 75 años en llegar a todos los habitantes del planeta. Con el Coronavirus, estamos ante el reto de disminuir esa cantidad de años en unos cuantos meses.
Para dar una idea de la magnitud logística, se trata de entregar entre 10 mil y 15 mil millones de dosis en el mundo porque son dos vacunas por cada habitante. Es como poner dos teléfonos celulares en las manos de todos los seres humanos que habitan el planeta.
El integrador logístico global de contenedores Maersk está planificando la distribución de ese colosal volumen y pone a disposición su estructura de 700 buques, 75 puertos y toda una red de transporte aéreo, terrestre, bodegaje y servicios conexos.
El primer paso ya fue dado: Maersk se asoció con el desarrollador de la vacuna sintética COVAXX para distribuir hasta mil millones de dosis en todo el mundo una vez aprobada por las autoridades reguladoras.
Para conocer más detalles, Transport & Cargo dialogó con Robin Townley, director Regional de Proyectos Logísticos de Maersk. El directivo, con sede en Washington DC, es el líder de operaciones globales para el compromiso humanitario de Maersk con el Equipo de Emergencia Logística de las Naciones Unidas (UN LET).
– ¿Estamos hablando de la operación logística más importante en la historia de la humanidad?
– Absolutamente. Además, en este caso, la cadena de suministro de vacunas termina en el cuerpo humano, no en un depósito o en un puerto. En la mayoría de los casos, las vacunas deben transportarse a -80 grados y este será uno de los retos. Además, esta cadena logística arranca de atrás para adelante. Por ejemplo, en Argentina, si se precisa distribuir en la provincia de Córdoba, hay que ver primero cuántas dosis pueden recibir y almacenar bajo temperatura controlada y cuál es la capacidad operativa disponible para vacunar a los pacientes. Por eso la cadena logística hay que verla desde el ser humano hacia atrás. Siguiendo con el ejemplo, antes de llegar a Córdoba hay que trabajar en Buenos Aires con las autoridades nacionales como el ministerio de Salud, Aduana, Administración General de Puertos, Anmat y demás organismos intervinientes para que el proceso fluya sin inconvenientes.
– Maersk no es solamente transporte marítimo, también abarca el área logística integral, incluido el modo aéreo.
– La compañía tiene una docena de aviones Boeing 767 para utilizar en esta operación. Pero también realizará acuerdos con otras líneas aéreas. El desafío es determinar el mix correcto: el modo aéreo da rapidez y es más caro, el marítimo brinda eficacia y es más económico.
Utilizaremos nuestra red global y nuestros activos, tal vez de nuevas maneras que no hemos implementado en el pasado, para permitir que los fabricantes de vacunas, las agencias internacionales de ayuda y las autoridades de salud pública desplieguen las dosis con éxito.
¿Qué temas conexos hay que tener en cuenta?
– Además de las vacunas, también hablamos de jeringas, guantes, algodón, alcohol y demás implementos médicos que van con ella. Por ejemplo, por cada uno de los pallets que se carga con vacunas en ese contenedor de 40 pies, hay que pensar en todos los accesorios médicos necesarios.
Asimismo, hay consideraciones de impacto ambiental. ¿Qué pasará con el manejo de residuos hospitalarios después de que se completa la cadena de suministro? Esto es parte del proyecto, en retrospectiva. Fuente: Transport & Cargo